Hoy se cumple un mes del atentado al director ejecutivo de Región Sanitaria I, Maximiliano Núñez Fariña, quien fue amedrentado con una bomba molotov que incendió una pared de su hogar la madrugada del 8 de enero.
En el lugar también se encontraron panfletos con mensajes de odio y amenazas directas a profesionales de la salud locales como Lauriano Alimenti, director asociado de Región Sanitaria I; Gustavo Carestía, director del Hospital Municipal; los y las infectólogas Laura Giordano, Laura Spadaro y Diego Maurizi; la dirigente de CICOP Cristina Ferraro y los y las terapistas Vanesa Fuks, Laura Lamot y Marcos Petasny. A esto se le suma la reiterada amenaza de muerte a Olga Curipán, líder mapuche local.
El panfleto señalaba disconformidad con medidas sanitarias tales como el pase sanitario y las restricciones de circulación aplicadas en el contexto de pandemia. La referencia a trabajadores y trabajadoras de salud radicaba en la participación de un supuesto plan con el objetivo de lograr «la despoblación del mundo a cualquier precio».
En su momento, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Julio Alak, anunció la creación de una coordinación especial entre las fuerzas provinciales y federales, el fortalecimiento de la unidad antiterrorista, y la conformación de una brigada de explosivos que permanezca en la ciudad. “Van a trabajar mancomunadamente las fuerzas federales y provinciales. Se va a fortalecer la dirección antiterrorista en nuestra ciudad y también se pidió una división anti explosivos”, explicó Luis Calderaro, Director nacional de Relaciones con la Comunidad Académica y la Sociedad Civil.
Con respecto a la investigación judicial de los hechos, inicialmente la causa estuvo en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N° 7. Sin embargo, el 20 de enero, según lo determinado por el Juez de Garantías del Fuero Provincial, Guillermo Mercuri, el caso se trasladó al fuero Federal. A partir de esta última información no se han comunicado avances en la investigación.
Cabe destacar que este hecho se enmarca en un contexto de violencia política que atraviesa la ciudad luego de una serie de atentados con características similares ocurridos en el transcurso de 2020-2021.
El 29 de agosto de 2020 la unidad Básica del Frente de Todos ubicada en Lavalle al 300, amaneció con pintadas ofensivas. Luego, el 17 de mayo de 2021 la Asociación Israelita de Bahía Blanca, ubicada en la primera cuadra de Lavalle (a 300 mts de la básica del FdT) también amaneció con pintadas antisemitas.
Una semana después de las pintadas antisemitas, la madrugada del 25 de mayo del mismo año, explotó la bomba en el local de La Cámpora, en Beruti al 100. Seis meses después y sin que se hayan determinado alguno de los responsables de este atentado, el 15 de noviembre detonó una bomba molotov en el frente de la vivienda de la dirigente mapuche Olga Curipan y, 10 días después, se arrojaron folletos el centro cultural Ruka Kimun con amenazas de muerte a Olga.
El 30 de noviembre, nuevamente, la unidad básica del FdT en Lavalle amaneció con un artefacto que simulaba ser un explosivo y folletos con discursos de odio.
Los daños generados en cada uno de estos hechos están ligados a destrucciones materiales y simbólicas. En cada uno de los sucesos el repudio generalizado ha sido una tendencia al mismo tiempo que las causas judiciales no avanzan en ningún aspecto y al día de hoy no se reconoce a los responsables de los sucesos.
La última novedad en la causa del atentado al local de La Cámpora se informó en diciembre del año pasado cuando el Gobierno Nacional anunció una recompensa a quienes brinden información sobre el hecho, a través de una colaboración del Ministerio de Seguridad.
En su momento, el fiscal Santiago Ulpiano Martínez manifestó: «Nosotros apuntamos a que hay gente que haya visto a estos sospechosos y pueda aportar algún dato. No tenemos identificados a los autores, tenemos todavía algunas puntas para trabajar, pero no hemos podido identificar a los autores». Sin embargo, a semanas de este anuncio, se desconocen los resultados de la búsqueda de información.