Políticas de acceso a la vivienda en Bahía Blanca

Por: Tomás Casella

A lo largo de distintas notas este último año, hemos ahondado en una enorme necesidad latente en Bahía Blanca: Es cada vez más difícil para los y las bahienses acceder a una vivienda digna. Ciertas estimaciones hablan de un faltante de hasta 30.000 viviendas en nuestra ciudad, mientras los barrios periféricos atraviesan situaciones de hacinamiento crecientes.

Y si bien esta situación se ve reflejada de manera particular en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, es una realidad que tampoco escapa a la clase media. Hoy en día, ya sea por los precios del mercado inmobiliario o los tan golpeados salarios, el sueño de acceder a una casa propia parece más una utopía que un objetivo real.

¿De qué manera el Estado está buscando herramientas para responder a esta necesidad? Sabemos que en la última década se han llevado adelante diferentes políticas públicas de alcance nacional que buscaron generar tanto suelo urbano como viviendas, pero ¿qué llegada real han tenido en Bahía Blanca?


El PROCREAR, una política pública emblema

El año 2012 marcó la llegada del Plan de Crédito Argentino del Bicentenario, mayormente conocido como PROCREAR, a través del cual se pudieron construir hasta el 2015 alrededor de 25 mil viviendas y otorgar más de 200 mil créditos para refacciones, mejoramientos, construcción o compra de lotes. El programa, que rápidamente se convirtió en un símbolo del último Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, tuvo una mirada federal que le permitió llegar con soluciones habitacionales a distintos puntos del país.

Bahía Blanca no fue la excepción: Primero se destinó un predio en la intersección de las avenidas Colón y Arias, donde se construyeron un total de 57 viviendas. Por otro lado, y en respuesta a una necesidad de suelo para construir, la entonces Presidenta puso a disposición en 2014 a través de un decreto 15 hectáreas del V Cuerpo del Ejército, donde se generaron 527 lotes con servicios luego de una inversión mayor a los 2 mil millones de pesos.

“Buscamos generar suelo urbano en aquellas ciudades donde el mercado inmobiliario generaba restricciones por distintos mecanismos especulativos para acceder a un lote de terrenos” Luciano Scatolini, director de Desarrollo Urbano del PROCREAR en el 2015.

Lamentablemente, no todo fue tan sencillo. La llegada del proyecto político que encabezó Mauricio Macri significó un retroceso notorio en cuanto a la implementación de políticas habitacionales. De las 30 mil viviendas planeadas por el entonces Gobierno saliente para todo el país en los próximos años, el macrismo inmediatamente dió de baja 6.354 y solo inició 130 obras de cero.

Imagen aérea de las 15 hectáreas del V Cuerpo del Ejército destinadas al PROCREAR.

Aquí en nuestra ciudad, las obras que se estaban llevando adelante en el predio del V Cuerpo del Ejército no solamente sufrieron retrasos, sino lo que es peor, modificaciones en cuanto al proyecto original. Por una supuesta inscripción menor a la esperada, el Gobierno decidió otorgar 180 de sus lotes a empresas privadas para especulación inmobiliaria. Terrenos que se pensaron para ser destinados a familias buscando construir su primera casa propia iban a convertirse en el negocio de unos pocos.

“Cambiemos discontinuo las líneas originales del programa de construir viviendas, lotes, mejorar viviendas existentes y generar desarrollos urbanísticos. Tuvo que ver con beneficiar a los grandes grupos concentrados de la Argentina: Grandes desarrolladores beneficiados por la oportunidad enorme de realizar negocios inmobiliarios en zonas de gran valor en la ciudad. Una oportunidad social se convirtió en un gran negocio” Luciano Scatolini.

Y como si fuese poco, aquellas familias beneficiarias también sufrieron un cambio en las condiciones originales: los créditos ya no iban a ser destinados a la compra del terreno más la construcción de la vivienda allí, sino que solo alcanzarían únicamente para lo primero. Además, el financiamiento estaría atado a la inflación (que el macrismo estimó en 23% para el 2019 cuando finalmente fue del 53,8%), lo que resultó impagable para las personas que tuvieron la desgracia de tomar esos créditos.

Viviendas finalizadas en el predio del PROCREAR en Colón y Arias.

La llegada del Frente de Todos en 2019 trajo consigo la creación del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, inédito hasta entonces, así como también la creación del Plan Nacional de Suelo Urbano y el relanzamiento del PROCREAR. A nivel local, se frenó la privatización de los terrenos del V Cuerpo y se restablecieron las pautas originales acordadas con las familias beneficiarias.

Luciano Scatolini, hoy secretario de Desarrollo Territorial en dicho ministerio, explicó que no solo se volvió a ofrecer el programa de financiamiento de lotes más la construcción en ellos, sino que también se pasó a “créditos que ajustan por salarios y no por inflación, de los UVA a la fórmula HOGAR. La cuota se ajusta si crece el salario, y en caso de que los salarios le ganen a la inflación, que es lo que buscamos, se ajusta mirando el índice más bajo de ámbos”.


¿Con qué situación nos encontramos a finales de 2021? 

Scatolini asegura que en los meses que nos separan de fin de año se entregará la totalidad de los lotes faltantes en el V Cuerpo del Ejército, además de finalizar la entrega de viviendas de Colón y Arias.

“Desde que se relanzó el PROCREAR en Bahía Blanca ya se generaron más de 2 mil ganadores de las distintas líneas de construcción, refacción o loteo. Vamos a terminar de entregar los más de 500 lotes del V Cuerpo este año. Estamos entregando también viviendas a tasa 0, lo que le da estabilidad a las familias” Luciano Scatolini.

Hoy en día el número de viviendas en marcha en nuestro país por parte del Gobierno nacional llega a las 55 mil, con la promesa de alcanzar las 100 mil para el 2022 y unas 284 mil soluciones habitacionales para el fin del mandato de Alberto Fernández.

Por otra parte, el PROCREAR no es el único programa a través del cual se implementan las distintas soluciones habitacionales en nuestra ciudad. Esta última semana se dio a conocer un convenio enmarcado dentro del plan Reconstruir, donde el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat invertirá 822,548,876 millones de pesos para la construcción de 162 viviendas en la segunda etapa del barrio Luz y Fuerza.

El secretario de Desarrollo Territorial explicó que “lo que se firmó ayer tiene que ver con reactivar obras en viviendas paralizadas a través de políticas públicas. Volver a iniciar el círculo virtuoso de la economía que va de la mano de cada vivienda que se construye o cada crédito que se otorga, que a su vez genera puestos de trabajo”.

“Había 55 mil viviendas paralizadas en Argentina. Hubo que sacar una ley para que se puedan retomar las obras y resolver conflictos judiciales con las empresas constructoras. Recibimos la propuesta del Municipio para terminar las viviendas de Luz y Fuerza y nosotros estamos entregando los recursos para que se finalicen. Son fondos nacionales de un programa que creamos para terminar las viviendas que la gestión anterior abandonó” Luciano Scatolini.

El programa Reconstruir se lanzó con la idea de reactivar y finalizar todas las obras de vivienda que se encuentren paralizadas. Esto llega a Bahía Blanca ya que en 2011 se entregaron 160 viviendas en ese barrio, con la promesa de avanzar en una segunda etapa similar que -hasta día de hoy- no se había concretado.


El sueño de la casa propia

A fines del mes pasado se adjudicaron 4 viviendas de Colón y Arias y 22 lotes con servicios del V Cuerpo del Ejército de nuestra ciudad. Con estas últimas entregas, son muy pocas las que quedan para terminar de otorgar la totalidad de las soluciones habitacionales del PROCREAR en Bahía Blanca. Estamos hablando de cientos de familias que lograron llegar a su primera casa a través de este programa.

El 12 de junio de 2012, la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, decía en el lanzamiento del PROCREAR que “así como el trabajo es el gran organizador social, la casa es el gran organizador familiar”.

Lorena recibió las llaves de su primera casa propia en la que vivirá con su pareja, en el barrio de Colón y Arias. Ella dijo que “fue muy emocionante, muchas emociones juntas, no lo podía creer. Me inscribí en noviembre de 2020. Es la primera casa propia a la que accedo, la casa es hermosa y la zona es muy tranquila y linda”.

Nicolás tiene 32 años, y junto a su pareja recibieron un crédito para construir su vivienda en uno de los lotes del V Cuerpo. Es la primera vez que la pareja accederá a una vivienda propia, algo que veían imposible.

“Somos de la última camada del plan, nos incorporamos y nos anotamos cuando se largó a principios de 2020. Se nos entregó la aprobación del préstamo hipotecario y firmamos la entrega del terreno que tenemos adjudicado” explicó, mientras que resaltó como un rasgo positivo el cambio en la fórmula para calcular el crédito: “Algo bueno para nosotros es que el plan aumenta a medida que aumentan los sueldos, cuando sube el sueldo sube la cuota. Es una gran diferencia con el UVA, donde muchos de nosotros teníamos problema”.

Es la primera casa propia que vamos a construir con mi pareja, estamos super felices, es un proyecto y una inversión muy buena. Nos hizo cambiar un montón de ideas a futuro. Teníamos planes de migrar, veíamos la posibilidad de quedarnos cada vez más lejana. La seguridad de tener un terreno o una casa era imposible, pero hoy se nos dio la oportunidad. Somos dos chicos jóvenes, ya sabemos los valores de la tierra en Bahía Blanca. Esto es una gran posibilidad. Más allá de la gestión que sea, es algo que no se tiene que dejar de hacer, es la única manera de tener esta oportunidad” concluyó Nicolás.

En una situación inédita como la que estamos atravesando, la posibilidad de acceder a una vivienda termina convirtiéndose en un sinónimo de estabilidad para toda una familia. No es solo una casa, sino también la materialización de un proyecto de vida. Todo esto sin perder de vista que la vivienda es un derecho fundamental para todas las personas, y el Estado es responsable de garantizarlo a través de sus políticas públicas.

Luciano Scatolini cerró con la conclusión de que “hay que agradecerle esto a un proyecto de país que encarna el Frente de Todos a partir de la asunción de Alberto y Cristina. Pensar en un programa como el PROCREAR con sus características es pensar un modelo de acceso a la vivienda pero también un modelo productivo y de trabajo, que apuesta a la economía real. Trabajamos por la casa propia aún sin colaboración del Gobierno local y sin políticas de suelo en Bahía Blanca. Trabajamos con compromiso máximo. Esperamos que haya un Gobierno en Bahía que se haga cargo de cada caso personal, sin pensar en el mercado o la especulación sino un proyecto de país”.


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