Ayer finalizó el juicio por jurados que declaró culpable a Gregorio Raúl Costa por el femicidio de Susana Melo, ocurrido el 20 de marzo de 2020 en Ingeniero White. Una de las cuestiones que más resonaron sobre el desarrollo del caso es que Gustavo Avellaneda, delegado municipal de Ingeniero White, actuó como abogado defensor del femicida.
Antes de ser delegado, Avellaneda trabajó como asesor legal para el Municipio y se suma a este antecedente su trabajo como abogado defensor de Alfredo Rubén Padilla, acusado de intento de homicidio luego de rociar con alcohol y prender fuego a su pareja, Liliana Romina Olate, quien afortunadamente sobrevivió al hecho en 2019, también, en Ingeniero White.
Inicialmente el lugar de Avellaneda en esta situación fue adoptado como un posicionamiento por parte del Municipio que, al día de hoy, no expresó una señal de acompañamiento a las familiares de Susana Melo y mucho menos, un indicio de importancia sobre el rol del funcionario en el caso. Rosana Melo, hija de la víctima, se expresó al respecto: “El Estado y el Municipio a nosotras como hijas de una víctima de femicidio no nos ayudó en nada, no nos acompañaron en nada. Las distintas organizaciones fueron las que se acercaron a nosotras para brindarnos su ayuda, su apoyo, por parte del Estado no hubo nada”.
“Cuando Avellaneda tomó la delegación de White, cosa que yo no sabía, fui a pedir una ayuda porque de verdad la necesitaba y me la negó rotundamente cuando me preguntó mi nombre y apellido. Yo no sabía que el señor era el abogado defensor del asesino de mi madre, Raúl Costa. Ahí pensamos que por ética y moral renunciaría a su puesto como delegado, cosa que jamás hizo».
Asimismo, Rosana Melo explicó que la postura de Avellaneda quedó totalmente clara a lo largo del juicio en general y en la instancia de alegatos en particular: “No tiene cara este hombre. Quedó totalmente demostrado en el alegato que el señor dio, un alegato vergonzoso, señalando que había una relación tóxica y no violenta, cuando habían más de 40 audios en los que mi mamá refería a la violencia de género que estaba recibiendo de parte de Costa”.
“Costa decía en los audios, cortala Susana que te voy a pegar un tiro y a tirar en un descampado, cosa que hizo, fue exactamente lo que hizo. Lo mismo que le dijo a mi mamá en el audio. El señor delegado se jactó de querer dejar mal a mi mamá en su alegato«.
En este sentido, la abogada defensora de las familiares, Fernanda Petersen, también expresó su opinión en Radio Urbana: «Desde el Estado no se puede dar esta señal y sostener en estos términos la defensa, desconociendo la violencia de género y hacer manifestaciones y postulados que claramente van en contra de lo que todas las personas sabemos que sufre una víctima, la imposibilidad que tiene muchas veces de acercarse a pedir ayuda, a hacer una denuncia y creo que el planteo que hizo el defensor es cercano al medioevo«.
Organizaciones sociales y feministas también manifestaron su repudio ante Avellaneda. La Red de Comunicadoras de Bahía Blanca emitió un comunicado y señaló: «Nos preocupa enormemente que sea un funcionario municipal quien ejerza la defensa del acusado, dejando en una clara situación de desamparo a las mujeres de Ingeniero White. Aquellas que son víctimas de violencias de género, ¿cómo se pueden sentir contenidas por el Estado local si su nexo con el Municipio es el defensor de un presunto femicida?».
¿El Estado Municipal es el que nos cuida?
El lunes comienza el juicio por el femicidio de Susana Melo, ocurrido en marzo de 2020. El presunto femicida, Raúl Costa, será defendido por el abogado Gustavo Avellaneda quien además es el delegado de Ingeniero White. (Sigue) pic.twitter.com/GpEuMEElib
— RedComunicadorasBB (@ComunicadorasBB) February 11, 2022
Por su parte, Nora Dinoto, integrante de la Red Local contra la Violencia de Género, apuntó: “Puso en evidencia que no se puede nadar a dos aguas ni jugar a dos puntas, si es funcionario público que como delegado representa los intereses de una comunidad como es el caso de Ingeniero White, creo que de alguna manera no puede estar representando los intereses genuinos de esa comunidad que pretende alcanzar su bienestar y defender un femicida que ejerció tanta violencia sobre la vida de una mujer oriunda de esa comunidad, no es acertada la decisión que tomó, es repudiable bajo todo punto de vista».
Queda claro que en este caso no solo hay un daño ético por tratarse de un funcionario público que acciona contra los valores y la imagen de una gestión. No se trata de cualquier funcionario público, se trata de un delegado con injerencia en la vida de una comunidad específica en la que viven mujeres víctimas de violencia de género y sus familias. Es un desamparo directo a esas mujeres y su derecho a vivir una vida libre de violencias y un descuido desde el Estado a esas comunidades que habitan.
Esto resulta, de mínima, polémico, teniendo en cuenta que el intendente Héctor Gay no ha perdido oportunidad de demostrar un falso compromiso para combatir la violencia de género desde su adminsitración, en la apertura de sesiones legislativas de 2021, por poner un ejemplo.
«La mujer de White está totalmente sin apoyo del Municipio teniendo a un tipo como a Avellaneda, quien quiso dejar mal a una víctima que ya no está, que no se pudo defender. Aunque mi mamá en esos audios se defendió, eran audios muy fuertes, tuvimos que salir de la sala cuando los escuchábamos. Mi mamá en esos audios se defendió y dijo que Costa la iba a matar y aún así, escuchando esos audios, el delegado Avellaneda que no tiene corazón alegó que no había violencia de género, entonces, ¿a manos de quién estamos en Ingeniero White? a manos de un tipo sin corazón, cínico, porque no hay otra palabra para nombrarlo, es un señor que no tiene cara. Pedimos su renuncia YA”, analizó Rosana Melo.
En la lectura del veredicto se encontraban no solo las familiares de Susana Melo, si no también, vecinos y vecinas de Ingeniero White que acompañaron a la familia en todo el proceso y que ya están pensado, a un día de finalizar el juicio, qué acciones emprender para que el Municipio revise su postura. Así y todo el mensaje de la familia de Melo es contundente: “Ya se hizo justicia y ojalá que, como cinco mujeres lo hicimos, las demás mujeres asesinadas también tengan justicia y que las víctimas de violencia de género vean que no están solas que hay organizaciones que las van a ayudar, que el fiscal Viego y Petersen son personas que se ponen en la piel de la víctima que sufren violencia”.