¿Quién se ocupa de la salud en los barrios de la ciudad?

Por: Tomás Casella

¿Qué es la atención primaria?

Según un documento lanzado luego de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Almá-Atá, se entiende que la atención primaria de salud “representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema de salud, llevando lo más cerca posible la atención al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria”.

Es un tipo de atención el cual, sin una gran inversión tecnológica y utilizando al recurso humano como principal herramienta, logra atender no solo la salud física sino también los factores sociales de las personas. Representa una red de contención que no solo incluye a médicxs, sino también trabajadorxs sociales, psicólogxs, psicopedagógxs, etc.

Gisela Ghigliani, presidenta del bloque de concejalxs del Frente de Todxs, y además médica especialista en atención primaria, destacó que esta “busca no sólo la asistencia de los problemas de salud de la población, sino también la promoción y la prevención en la gente, articulando con las instituciones del barrio para atender las necesidades del sector.

“Es una inversión en recurso humano más que tecnológico, pero no por eso menor. Como estrategia es central para la salud de la población. Cada 100 personas que se atienden en el sistema de salud, 85 podrían resolver sus inquietudes en la atención primaria” resaltó también Ghigliani.

El fortalecimiento de la red de atención primaria de la salud es una responsabilidad activa de los gobiernos municipales, quienes deben generar las estrategias y planes para contener a la población. Está claro que para esto resulta indispensable ejercer la voluntad política de atender esta cuestión.


¿Cómo funciona en nuestra ciudad?

Existen en Bahía Blanca 56 unidades sanitarias, las cuales históricamente se ocupaban de la atención de cuestiones específicas como medicina clínica, pediatría, ginecología, psicología, asistencia social, vacunación, a veces odontología, entre otras. De este total, hoy solo 32 están en funcionamiento, y si contamos únicamente el número de unidades con atención médica multidisciplinaria y de calidad, la cantidad baja aún más.

Para ejemplificar con casos concretos: en la unidad sanitaria de Villa Mitre solo funciona el vacunatorio, en Noroeste y Villa Muñiz no hay médico clínico, en Universitario y Villa Esperanza no hay atención médica, en Enrique Julio solo se atienden problemas respiratorios. Y esto son solo algunos de los variados casos de atención insuficiente en los barrios de nuestra ciudad.

Sobre esto, Ghigliani mencionó que “Nosotros hacemos un seguimiento constante de cuáles son las unidades sanitarias en funcionamiento, pero a cada rato abre una, cierra otra, mueven médicos. Hoy es muy complicado saber qué está abierto y que no”. Así, lxs vecinxs de una gran cantidad de barrios conviven con la situación de no saber si serán atendidos o no al necesitarlo.

“Han desarmado la red del primer nivel de atención y no veo que haya otra propuesta, no hay un criterio. Vemos que no hay una voluntad de armar o sostener una red de atención” sentenció la concejala. 


¿Qué propone el municipio?

La Secretaría de Salud está llevando adelante en este momento un plan para cambiar la dinámica de atención primaria de la salud. Por un motivo u otro, sea este sanitario o económico, la estructura de 56 unidades sanitarias a lo largo de la ciudad con distintas especialidades médicas es cosa del pasado.

Pablo Acrogliano, Secretario de Salud del Municipio, explicó este cambio de paradigma diciendo que “Cuando asumimos tuvimos la idea de hacer una reingeniería del primer nivel de atención”.

Para empezar a entender este cambio es necesario explicar que la ciudad de Bahía Blanca está dividida en 10 áreas programáticas de atención a la salud, con entre 5 y 6 unidades sanitarias en cada una. La idea municipal es tener un Centro de Atención Primaria en cada unidad programática, que tenga atención de lunes a viernes, de mañana y de tarde, con más servicios y especialidades. Según la Secretaría  de Salud hoy funcionan 12 espacios con estas características.

Por otro lado, los sitios que hoy funcionan como unidades sanitarias pasarían a ser centros de menor complejidad sin atención médica, sino que contarían únicamente con un plantel conformado por una enfermera y un personal administrativo para brindar atención simple y derivar turnos hacia los Centros de Atención Primaria.

Pablo Acrogliano: “Hay que dejar de pensar tan linealmente si se abren o se cierran las unidades sanitarias, esto es una reconversión”.

“Allí, además queremos que se brinde un espacio para cursos, capacitaciones, charlas para la comunidad” agregó Acrogliano, quien también mencionó que “hay que dejar de pensar tan linealmente si se abren o se cierran las unidades sanitarias, esto es una reconversión”.

La idea es que los Centros funcionen en terrenos municipales, haciendo que las sociedades de fomento, en las cuales existen la mayoría de las unidades sanitarias, pierdan ese rol de acompañamiento al sistema de salud local. “El objeto de la sociedad de fomento no es brindar salud, sino atender a los vecinos en otras cuestiones” dijo Acrogliano.

En cuanto a los motivos que llevaron al Municipio a tomar esta decisión, Acrogliano explicó que lo que generan las unidades sanitarias son “muchas puertas abiertas pero sin un servicio de calidad, uno de los déficits que tiene este primer nivel de atención es el del personal”, además de admitir el mal estado edilicio de las mismas: “hay unidades sanitarias a que son impresentables, personal que trabaja en malas condiciones, gente hacinada”.

Pablo Acrogliano: “En estos momentos todo lo que es el cordón de los barrios vulnerables están operando claramente para las elecciones”.

Por último, el Secretario de Salud se refirió a la situación que se da en los distintos barrios de la ciudad, en la cual lxs vecinxs se movilizan para evitar el cierre o el vaciamiento de sus unidades sanitarias. Dijo que “Acá se mezcla la opereta electoral, no nos olvidemos que este año hay elecciones. Se mezcla la queja y el salir en la prensa”. Agregó también que “En estos momentos todo lo que es el cordón de los barrios vulnerables están operando claramente para las elecciones”.


¿Qué dicen lxs  vecinxs?

Como mencionamos, la complicación para analizar la realidad de la atención primaria de la salud en los barrios radica en que las realidades son distintas. En algunos lugares las unidades sanitarias están cerradas hace meses. En otras la atención que en algún momento funcionó bien hoy se encuentra debilitada. Mientras que algunos lugares siguen manteniendo una atención de calidad.

Un ejemplo del primero de estos casos lo podemos ver en Villa Esperanza, cuya unidad sanitaria se encuentra cerrada hace ya más de un año, desde el inicio del aislamiento por COVID-19.

Patricia Rodriguez, vecina del barrio, explicó que “Hace un año cuando empezó la pandemia la unidad sanitaria cerró. Dijeron que era por el tema de la atención, para que no se juntara gente, y lo entendimos”. A su vez, denunció que durante esos meses desde el municipio se llevó adelante un vaciamiento de la sala, con gente que iba a llevarse los equipos presentes en ella.

Patricia Rodríguez: “Hablamos con el secretario de salud, nos atendieron amablemente pero no tuvimos respuesta. Nos dijeron que no hay personal, que tiene que reacomodar las aperturas de distintas salas de Bahía porque cerraron varias, y que esto va a llevar un tiempo. Tenemos que esperar a que de arriba se decidan a abrirla”.

Durante ese tiempo, la gente del barrio debió movilizarse a Villa Muñiz, haciendo más de 30 cuadras para recibir atención médica. Allí queda clara la vulneración al concepto de atención primaria que repasamos anteriormente. Patricia lo dejó en claro cuando dijo que “Necesitamos atención para los abuelos y mujeres embarazadas, pediatras para los niños. No quieren que nos estemos trasladando de un lado al otro por la pandemia pero nos tenemos que mover en colectivo para ir a atendernos, es una locura”.

La solución que encontraron desde la Secretaría de Salud Municipal fue adquirir un colectivo propio: “Conseguimos un micro para, si vivís en un barrio y te tenés que ir a atender a otro no te tengas que tomar 4 colectivos, sino que puedas ir con el micro de la Secretaría de Salud” explicó Pablo Acrogliano.

Yonatan Castillo, vecino del barrio, explicó que desde el área de salud municipal les prometieron que el día 22 de marzo la sala iba a abrir con, al menos, la atención de una enfermera. Esto todavía no sucedió, y la respuesta fue que “por el rebrote de COVID se tuvieron que acomodar con los hospitales para reasignar el personal”.


Distinta es la situación de la unidad sanitaria del barrio Villa Esperanza, la cual funciona únicamente con un equipo de enfermería, el cual resulta insuficiente para lxs vecinxs. Lorena Barrionuevo, vecina y además referente del comedor “Sueños de Esperanza” explicó que “no  te atienden nunca el teléfono, no te dan explicaciones, estamos cansados. No se justifica que teniendo una sala medica la tengan siempre sin atención”.

Lorena Barrionuevo: ”Ya sacaron definitivamente al pediatra, el ginecólogo y el clínico no atienden nunca. La gente se tiene que ir a sacar turno hasta Villa Rosario porque acá no hay”.

En busca de soluciones, desde el barrio mandaron una carta al Concejo Deliberante para visibilizar la situación. A su vez, lograron comunicarse con la Secretaría de Salud, la cual respondió que “por un tema de presupuesto no pueden pagar a los médicos de todas las unidades sanitarias”.


En Villa Delfina la Unidad Sanitaria funcionaba bien, con atención completa y de distintas especialidades. En el año 2015 prestaban servicio allí 9 profesionales de la salud. Funcionaban consultorios de clínica, pediatría, ginecología, asistencia social, entre otros. Además había un proyecto para llevar también atención odontológica. Al día de hoy queda solo un profesional.

Fernando Arias, vecino del barrio e integrante de la sociedad de fomento, expresó que “Hace dos meses recibimos una notificación de que la unidad sanitaria iba a ser cerrada. Después de movilizarnos se contradijeron, pero prácticamente está sucediendo lo mismo, si no hay un cierre directo hay un vaciamiento de la salud pública”.

Fernando Arias: “Me llevo una decepción grandísima de parte de los funcionarios municipales. Los que están a cargo de la gestión de salud son médicos, y ellos avalan el vaciamiento de la salud pública y atacan a las instituciones”.

“Nosotros tenemos la suerte de seguir funcionando, pero hay muchas que se cerraron hace poco. Estamos hablando de salud pública, que es un derecho universal, y hoy más que nunca debemos defenderla” cerró Fernando.


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·         Lorena Barrionuevo, vecina de Villa Esperanza

·         Fernando Arias, vecino de Villa Delfina

·         Patricia Rodríguez, vecina de Aldea Romana

·         PDF “DECLARACION DE ALMA-ATA, Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, URSS( 1978).”

·         PDF de “la Renovación de la Atención Primaria de Salud en las Américas (2007)”


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