Con la victoria electoral de la fórmula presidencial de La Libertad Avanza, encabezada por Javier Milei, surgen los interrogantes por sus primeras medidas económicas como presidente y las comparaciones con las tomadas por el ex mandatario, Carlos Saúl Menem.
Andrés Wainer, investigador del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y del CONICET, dialogó con Radio Urbana para aproximar una respuesta a estas preguntas.
Wainer consideró que la plataforma económica de Milei «es un intento de llevar adelante las políticas neoliberales en su versión extrema. Trajo a los principales ideólogos menemistas. No son caras nuevas, son reciclados de lo peor de los 90. Argentina tiene muchos problemas estructurales y ninguno se resuelve con una receta mágica, como una dolarización».
En cuanto al interrogante sobre la “vuelta a los ´90”, Wainer explicó que «hay una especie de revival. Sin embargo, pasaron muchas generaciones en el medio y la convertibilidad quedó asociada a la falta de inflación, pero eso trajo un montón de otros efectos como la desindustrialización y la desocupación que hoy no aparecen en el discurso».
Milei trajo a los principales ideólogos menemistas. Son reciclados de lo peor de los 90
El economista señaló algunas diferencias sustanciales con el contexto político y económico de aquella década. «Por un lado, La Libertad Avanza es un partido nuevo y no tiene estructura. Menem tenía la estructura del PJ detrás. Por otro lado, ni la economía ni el Estado argentino son lo mismo. Hoy hay empresas que son susceptibles a ser privatizadas pero no es igual que en los ‘90, donde buena parte de las principales empresas del país todavía eran de propiedad estatal. Había “mucho por vender”. Actualmente, para privatizar YPF se requiere 2 tercios de votos en Diputados y Senadores».
Además, agregó que la convertibilidad impulsada por Domingo Cavallo, se llevó adelante para frenar el proceso de hiperinflación que había azotado al país. «Tuvo costos muy altos. Hoy una dolarización no solo tendría los mismos costos, sino que serían mucho más difíciles de revertir».
Desde el lado social, Wainer consideró que se está desarrollando «un proceso de individualización que viene desde la década de los ‘90. Cobra fuerza nuevamente la idea que de la salida es individual. Entonces, si yo percibo que no recibo beneficios de un ente colectivo, que nadie los reciba. Pero si esto produce una devaluación, va a repercutir en toda la actividad económica; en quien tiene un pequeño comercio o el que reparte delivery».
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: