Nicolas Dvoskin, economista y politólogo, conversó con Total Normalidad sobre el plan de dolarización que propuso Javier Mileli ante empresarios en el Foro Llao Llao. El candidato de La Libertad Avanza expresó el pasado martes que una eliminación del peso “traerá más soluciones que problemas pero, principalmente, le pondrá fin a la inflación”.
Dvoskin analizó la campaña de Milei y explicó que sus dichos responden a una «simplicidad como forma de convencer a la gente». Medidas como cerrar el Banco Central o dolarizar la economía son promesas de campaña del candidato libertario que suponen una complejidad mayor para llevar a la práctica que la que se expresa.
La dolarización de la economía supondría ir al endeudamiento, ir a la devaluación o a un posible corralito
En este sentido, señaló que el diputado comprende que la inflación es únicamente causada por la emisión del Banco Central para financiar gastos. «Esa mirada es profundamente efectista porque consigue convertir una pregunta teórica en una pregunta por una culpa, una responsabilidad. Si, en vez de una causa, buscamos una culpa eso genera automáticamente identidad política porque podríamos pensar que la inflación se puede combatir tomando decisiones políticas, enfrentando al enemigo. Y eso implica, en términos políticos, una forma de convocar mucho más prácticas que las de otras perspectivas de la inflación».
Según Dvoskin, «bajar la inflación, económicamente, es muy sencillo, en la medida en que uno esté dispuesto a hacer determinados ajustes sociales que no son tan sencillos de implementar y encima son nefastos: si conseguís dólares para ampliar el tipo de cambio, prohibís las paritarias y reaccionás con represión ante cualquier protesta social, abrís las importaciones, generás un clima de abaratamiento de los bienes importados, generás un enorme desempleo, vas a bajar la inflación. Eso es lo que pasó en los 90».
Sobre una posible dolarización, Dvoskin explicó que la primera consecuencia sería una megadevaluación porque «si uno intenta dolarizar sin dólares, lo está llevando a un tipo de cambio de conversión altísimo». Otra posible consecuencia, si se opta por un tipo de cambio virtual, sería un posible corralito. «Si tenemos un sistema de argendólares, un sistema en el cual el dólar de los bancos no está respaldado y el tipo de cambio es más bajo, lo que generamos ante cualquier cimbronazo es un corralito. Entonces tenemos un sistema bancario que rápidamente va al corralito o va al patacón».
La dolarización no cierra sin represión
Por otro lado, los asesores de Milei proponen que el Banco Central venda todos los títulos públicos del tesoro a precio del mercado. Esto Implicaría que la deuda en dólares del tesoro quede en manos privadas y aumente la fragilidad financiera del tesoro. Esta medida traería como consecuencia sostener la dolarización con deuda.
Por todas estas razones, Dvoskin concluyo qué dolarizar la economía supondría «ir al endeudamiento, ir a la devaluación y, dependiendo del régimen, ir a un corralito inminente». Una megadevaluación implicaría que se desplomen los salarios, suba el precio de los alimentos y los trabajadores pierdan su poder de compra.