Un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados emitió hoy dictamen favorable al proyecto que pone un tope del 2 por ciento a los aranceles que cobran los bancos a los comercios por operaciones con tarjetas de créditos y del 1 por ciento cuando se trate de tarjetas de débito, con lo cual el tema se podrá tratar previo al fin de sesiones ordinarias.
La decisión se adoptó en el plenario de las comisiones de Finanzas y Legislacion General, que conducen los macristas Eduardo Amadeo y Daniel Lipovetzky, y al que asistió el titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came)eOsvaldo Cornide, quien anoche había alcanzado un acuerdo con el oficialismo sobre el texto de esta propuesta.
Si bien en un principio parecía que el plenario iba al fracaso, finalmente se logró el quórum que permitió llevar a cabo la reunión de los dos organismos asesores del cuerpo y emitir el dictamen, como pedía la Came.
El dictamen fue respaldado por Cambiemos, el massismo, el bloque Justicialista y el kirchnerismo, aunque con disidencias parciales, y se redactó en base a un proyecto de Amadeo y Lipovetzky, sin tener en cuenta la iniciativa que había sido aprobada por el Senado.
Si hay acuerdo político, la iniciativa podrá ser debatida la próxima semana con el fin de que el Senado pueda convertirla en ley en la última sesión de esa cámara, que se celebrará el 30 de noviembre, aunque los tiempos parecen ser muy ajustados para cumplir la meta de Came.
La entidad empresaria conducida por Cornide viene reclamando desde hace años una reforma de la ley de tarjetas debido a que los pequeños comercios tienen poca capacidad de presión -a diferencia de los grandes cadenas empresarias- ante las cámaras de tarjetas de créditos que agrupan a los principales bancos.
Para Cornide, el comercio minorista tendrá un alivio de 5.000 millones de pesos al año si se aprueba este proyecto, ya que se reducirá en un 35 por ciento el arancel que actualmente pagan unos 300.000 comerciantes.
El acuerdo alcanzado entre el oficialismo, la oposición y Came establece que el tope por operación con tarjetas de crédito no supere el 2% y que el tope sea del 1% en el caso que se haga con las de débito.
Los bancos no podrán fijar comisiones o aranceles diferenciados entre comercios que pertenezcan a un mismo rubro o con relación a iguales o similares productos o servicios, como sucede en la actualidad entre los grandes y pequeñas firmas, establece el proyecto.
La acreditación de los importes correspondientes a las ventas en las cuentas de los establecimientos adheridos se hará en un plazo máximo de 3 días hábiles para las operaciones con tarjeta de débito, puntualiza.
Además se autoriza a los comercios a poder sumar al pago contado los valores correspondientes a los aranceles, lo cual en la práctica significa que las personas que no utilicen el sistema electrónico podrán tener algunos descuentos cuando abonen sus compras.
Asimismo, el proyecto establece que el contrato entre los bancos y comercios deberá tener plazo de vigencia, topes máximos por operación, determinación de las comisiones y gastos administrativos, y plazos y requisitos para la presentación de las liquidaciones.
Fuente: infonews.com