El sociólogo Pablo Villareal, quien es investigador de LEDA (Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos) habló en Radio Urbana sobre discursos de odio en la sociedad argentina y subrayó la importancia de entender que «es una consecuencia del clima de época» refiriéndose al intento de magnicidio hacia la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ocurrido este jueves a la noche.
El análisis de Villareal sobre el intento de magnicidio se enfocó en que «cuando se habla de discursos de odio, mucha gente no le da importancia hasta que pasa un hecho como el de ayer».
Esto ocurrió porque se supone que las palabras no hacen nada y terminó en un hecho político gravísimo, comparable con acontecimientos como la violencia política que culminó con la toma del Capitolio en los Estados Unidos, la radicalización de grupos de derecha en Europa o las múltiples manifestaciones de violencia política en el Brasil de Bolsonaro.
Respecto a lo que generan este tipo de discursos públicos, indicó: «No es un loco suelto, esto pertenece a un clima de época y es un espiral que va creciendo y no sabes donde puede terminar».
Estamos atravesando una crisis de la democracia.
El Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) nace de una iniciativa conjunta del Grupo de Estudios Críticos sobre Ideologías y Democracia (GECID) y la dirección Lectura Mundi (UNSAM).
Su objetivo es producir, a partir de un conjunto de técnicas de investigación cuantitativas y cualitativas, información objetiva sobre las múltiples modalidades de expresiones autoritarias que erosionan las formas de vida y las instituciones de la democracia.
«Hay que poner arriba de la mesa que las palabras hacen cosas», es decir, romper con «esa idea, a veces justificadora de los discursos de odio de que sólo se trata de dramatizaciones, que no son reales, que solo son como ficciones o modo de expresar la intimidad», aseguró.
A este panorama en la actualidad también se suman las redes sociales y las plataformas digitales, dispositivos comunicacionales que forman parte de un esquema más complejo, dinámico e integrado de medios de comunicación, cuyos contenidos se suelen hibridar. No obstante, la pantalla chica sigue siendo para muchxs una referencia ineludible sobre cualquier tema y el medio de comunicación que marca la temperatura política coyuntural.
En este sentido, el especialista, explicó que «quienes demuestran indignación ante el feriado, demuestran la falta de preocupación por las instituciones democráticas, y eso también es por el clima de época».
Respecto al trabajo que resta realizar en la sociedad argentina, el sociólogo opinó: «Estamos al borde de una situación extrema y tenemos que pensar cómo vamos a salir. A la vez, comenzar a regular estos discursos de odio para que dañen lo menos posible».
¿Qué son los discursos de odio?
En este trabajo entendemos por discursos de odio a cualquier tipo de discurso pronunciado en la esfera pública que procure promover, incitar o legitimar la discriminación, la
deshumanización y/o la violencia hacia una persona o un grupo de personas en función de la pertenencia de las mismas a un grupo religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social. Estos discursos frecuentemente generan un clima cultural de intolerancia y odio y, en ciertos contextos, pueden provocar en la sociedad civil prácticas agresivas, segregacionistas o genocidas
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