Esta semana se llevó adelante en Punta Alta una multitudinaria marcha convocada por ATE. La misma sucedió en rechazo a la no renovación del contrato laboral de 60 agentes civiles que desempeñaban sus tareas en la Armada Argentina, algunos por más de 15 años sin haber pasado a planta permanente.
Pablo Mendoza es representante de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) seccional Punta Alta, y marcó en comunicación con Radio Urbana que «en enero se aprobó un decreto que decía que los trabajadores debían renovar su contrato cada tres meses, y entramos en estado de alarma porque los tiempos son muy cortos y no se puede planificar la vida así. El último día antes del fin de semana largo de Pascuas fueron cesanteados 60 trabajadores, sumados a 10 que quedaron en ‘stand by’ porque no salieron los telegramas. Trabajadores de mas de 10 años de antigüedad, embarazadas, personas con enfermedades».
«Nosotros somos una ciudad Estado-dependiente, el 80% del trabajo lo marca la base naval Puerto Belgrano. Durante los últimos gobiernos de diferentes colores políticos, muchos de los trabajadores nunca pudieron pasar a planta permanente. Que tantas familias sean despedidas lleva a que no puedan encontrar trabajo, que no puedan comprar en almacenes, complica a la situación que vive la ciudad en su conjunto» Pablo Mendoza.
En ese sentido, el sindicalista resaltó que «como somos pocos en la base, esto nos afecta operativamente. La base es tan grande como la ciudad de Punta Alta, y cada trabajador era esencial para su sector. Ahora tenemos lugares donde no hay gente; echaron soldadores, trabajadores que dan capacitaciones, trabajadores del dique, todos echados sin razón. Muchos de los castigados no superan la canasta básica. Es muy preocupante la forma y lo que hicieron, lo único que les interesó fue llenar una planilla. La marcha demostró que la comunidad entendió que no se puede seguir con los despidos, y que las familias deben ser restituidas en la Base. En junio vamos a tener otra renovación y sabemos que los despidos seguirán, son muchas familias que quedarán fuera del sistema«.
Mendoza detalló el proceso tras el cual fueron echados estos trabajadores previo al fin de semana pasado: «El numero inicial era 90 trabajadores despedidos, pero luego se empezó a reducir el margen cuando llegaban los telegramas. Tuvimos charlas y pudimos empezar a bajar la cantidad de telegrama, lo que no significa que los que quedaron no vayan a ser variable de ajuste en tres meses. Tenemos en Punta Alta aproximadamente, 2.500 trabajadores civiles, de los cuales 950 son contratados, lo que demuestra el nivel de precariedad».
«Fue emocionante el acompañamiento de la gente, se movilizaron más o menos 600 personas, así como también el Intendente Rodrigo Aristimuño. Es importante que haya participado cada trabajador que acompañó, las familias, la ciudad, los gremios, etc. Es importante que hayan tomado conocimiento de lo que le pasó, es inadmisible que la ciudad viva esto» Pablo Mendoza.
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