El intendente municipal, Federico Susbielles, anunció el día de ayer una batería de medidas de apoyo económico destinada puntualmente al sector comercial de nuestra ciudad. Los anuncios, que buscan aliviar las consecuencias que dejó la inundación, incluyen exenciones de tasas como la de seguridad e higiene, automotor, de ocupación del espacio público, de derechos de construcción y demolición, etc.
Martín Garmendia, presidente de la Cámara de Comercio de Bahía Blanca, aseguró que «en primer termino, todavía no hemos terminado de limpiar los locales y evaluar las pérdidas no solo estructurales, sino de mercadería. Hay mucha angustia, y sabemos que hay buena voluntad de parte del sector Ejecutivo, aunque sea muy limitado lo que puede darnos más allá de las tasas y exenciones. Se necesitará también de una ayuda muy grande de tanto de Provincia como de Nación; concretamente con dinero para garantizar los pagos con los proveedores. Además, es importante resaltar que antes del desastre ya estábamos en un parate de ventas muy importante, por lo que todo esto no hace otra cosa que agravar la situación».
Bahía tiene en su fuerza productiva un factor clave para ponerse de pie nuevamente.
Para comenzar la reconstrucción primero hay que trabajar en equipo para poner en marcha nuestro motor productivo.
Por eso, hoy anunciamos una serie de medidas de alivio tributario, que se suman… pic.twitter.com/vdWsOu0Du9
— Federico Susbielles (@fsusbielles) March 17, 2025
«Los comercios de toda la ciudad, no solo de los del centro, todavía están sacando barro y evaluando las pérdidas. Muchas de ellas son totales, por lo que son comercios que no podrán volver a abrir. No podrán poner mercadería en sus estanterías si, luego de evaluar los daños, no llegan créditos para poder salir adelante» Martín Garmendia.
A su vez, el comerciante aseguró que «concretamente en Bahía Blanca deben haber más de 10.000 comercios. Por ello, hará falta un programa serio apuntado hacia quienes sufrieron las consecuencias. Somos cautos en las encuestas y relevamientos, hay qué se chequea y quién lo anota. A todo esto se suma el problema de cómo se le paga a los empleados. Hay muchos comerciantes que no están en condiciones de hacerlo, estamos todos esperando qué va a pasar».
Por último, Garmendia marcó que «en Pandemia hubieron 60 meses donde nos liberaron de la mochila fiscal, y creo que en este caso el Gobierno debería pensar en medidas de este sentido para nuestro sector en la ciudad y sus alrededores. Hay que buscar la forma de eximirnos del pago total de tasas e impuestos, y que solamente enfrentemos cargas sociales para que los empleados reciban su sueldo correspondiente y sus beneficios. Sé que muchos comercios no abrirán nunca más por daños en su infraestructura o por pérdidas totales de mercadería que no podrán reponer».