El Consejo Interuniversitario Nacional lanzó un comunicado expresando una profunda preocupación por la situación presupuestaria de todas las universidades nacionales. Aseguraron que «de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas». Por su parte, la Universidad Nacional del Sur se expresó también, y aseguró que «la educación ha sido consagrada a nivel nacional e internacional como derecho humano, por lo que es una obligación del Estado garantizarlo».
Martín Aveiro Coppolino es el secretario general del Sindicato Unido Docente de la Universidad Nacional del Sur (SUDUNS) y subsecretario de Ciencia y Tecnología de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN). Afirmó que «tenemos la misma preocupación que el resto de los trabajadores, esto es un ajuste brutal sobre el pueblo que afecta directamente a los docentes. En la última reunión nos ofrecieron un 6% de aumento, sumado a un 10% previo, habiendo atravesado más de un 50% de inflación en estos dos meses. Lógicamente esto genera preocupación, un estado de alerta y movilización que puede traer consigo una medida de fuerza junto con el movimiento obrero. El inicio de clases en la UNS corre peligro, así como también el funcionamiento de las universidades y del sistema educativo en su conjunto».
EXTREMA PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN PRESUPUESTARIA
Una resolución emitida por el Rectorado pone de manifiesto “la extrema preocupación respecto de la situación presupuestaria que atraviesa la UNS y el conjunto del sistema universitario público"
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— Universidad Nacional del Sur (@UNS_oficial) February 24, 2024
«Los docentes preuniversitarios no recibirán el FONID, lo cual complica aún más la situación. Es el mismo ajuste que está recibiendo el pueblo, sobre todo los sectores medios. Tenemos 5.000 docentes trabajando en la UNS» Martín Aveiro Coppolino.
En ese sentido, el sindicalista agregó que «estamos hablando de un importante universo de trabajadores docentes, no docentes y el sector estudiantil. Son miles de personas en conflicto por las medidas implementadas por un Gobierno anarcocapitalista que no cree en el funcionamiento del Estado. Nosotros estamos agrupados en la CGT, por lo que esperaremos cuál es su decisión a la hora de tomar medidas de fuerza. Adherimos al paro de los preuniversitarios, y al paro que organicen los trabajadores. Todo el sistema educativo está afectado en este momento. Los docentes universitarios estamos esperando que el Gobierno llame a paritarias, siempre abiertos al diálogo pero con muy pocas expectativas».
Por último, Aveiro Coppolino concluyó que «bajar la inflación bajando el consumo y achatando el salario es apagar el fuego con nafta, algo que planteó Milei en campaña. Está llevando adelante un ajuste al sector público con una intencionalidad privatista desde el principio. Esto era una cuestión previsible, no pensábamos que sería tan abrupto pero se dijo lo que podía pasar. Todo va encaminado hacia un paro en el mes de marzo. Tenemos a todos los sectores decretando medidas de fuerza; los trenes, la salud, y ahora los preuniversitarios. Es un camino que ya inició la CGT en enero, en Bahía Blanca fue histórico. Estamos en pie de lucha con un Gobierno que no escucha el planteo de los trabajadores que no quieren perder su salario contra la inflación».