Una investigación del Departamento de Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional del Sur analiza una nueva tendencia que busca promover la inclusión y facilitar el acceso de personas con diferentes discapacidades sensoriales a productos y servicios. El mismo busca además la reflexión de la población en general sobre la experiencia de las personas con discapacidad en relación a las compras navideñas.
Franco Finocchiaro, docente de la UNS, explicó que «hoy en día el marketing sensorial es una tendencia que busca llamar la atención de los posibles clientes a través de los sentidos. En medio de ese auge, surge plantearse qué pasa con el consumidor que tiene alguna discapacidad sensorial, cómo los incluimos en estas estrategias. Hicimos un análisis de anuncios, donde vimos cuáles son las iniciativas que existen en la actualidad, y el vínculo con las compras navideñas. En ese sentido, muchos de los anuncios tienen que ver con el público infantil, específicamente en juegos o videojuegos que han avanzado en nuevas formas de acceder a los mismos».
«El comercio electrónico es uno de los métodos de venta donde más se aplican estas prácticas de accesibilidad. De la mano de la investigación nos encargamos de encontrar los problemas para encararlos como desafíos, y pensar qué puedan hacer las empresas para mejorar en este aspecto» Franco Finocchiaro.
En términos de metodología, el docente detalló que «la investigación en esta instancia es exploratoria, porque es la primera que se hace vinculado al tema. El objetivo actual es difundir la temática, la revista donde se publicó es sobre marketing y publicidad, por lo que se hizo un análisis de los anuncios en distintas plataformas para ver los avances en estas plataformas que usamos, y la reacción de las personas a dichas publicidades. Además, realizamos una bajada local en términos de analizar particularmente qué de todo eso aparece en nuestras góndolas. Ahí vimos un problema; existen productos accesibles, pero no siempre se encuentran fácilmente, lo que en la práctica es lo mismo que no tenerlos».
Como conclusión, Finocchiaro destacó que «son pocos los rubros que han desarrollados estrategias en este aspecto, aunque sí encontramos una diferenciación según el el tamaño de las empresas. Uno puede creer desde el prejuicio que solo las grandes empresas son las que hacen esto, pero no es necesariamente así: no se necesita una inversión gigante para mejorar la accesibilidad. Otra desigualdad que vemos es que los lugares que tienen estas prácticas suelen ser bastantes más caros que los comunes. Te incluyo por un lado, pero te excluyo desde la perspectiva económica».