El día de ayer, el juez federal Alejo Ramos Padilla dictó una medida cautelar que frenó el proceso de privatización del Banco Nación anunciado la semana pasada por el Gobierno nacional de Javier Milei. A su vez, le pidió al Gobierno que informe en el expediente cuál es el interés público que justifica la decisión tomada.
Fernando García, secretario general de La Bancaria seccional Bahía Blanca, explicó que «esta decisión nos da un poco de tranquilidad y de tiempo. Hay que rescatar la rápida actuación de los equipos legales de La Bancaria. Tuvimos un plenario para estructurar la respuesta a esta ofensiva privatizadora del Gobierno nacional sobre el Banco Nación. La Justicia ordenó la suspensión de los efectos del Decreto 116/25, ordenando al Estado nacional que se abstenga de nombrar al BNA como sociedad anónima para su posterior privatización».
Desde la Asociación Bancaria celebramos el reciente fallo del Juez Federal Alejo Ramos Padilla, que hizo lugar a una medida cautelar y suspendió el decreto Nro. 116/25, que transformaba el Banco Nación en Sociedad Anónima.
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— Asociación Bancaria (@La_Bancaria) February 25, 2025
«En términos de las y los trabajadores, ya se está hablando del cierre de sucursales, de 60 anexos. Además ya existe un proceso de retiros voluntarios a 1.000 empleados, y se va sintiendo la tensión en las sucursales» Fernando García.
¿Por qué es importante que un país como el nuestro cuente con un banco público de las características del BNA? «El Banco Nación cumple una función social, llega a todas partes con 127 sucursales plenas, además de su rol a la hora de regular las tasas nacionales para que sean accesible para todos. Tiene líneas importantísimas de créditos hipotecarios, préstamos a PyMEs, así como también a diversos sectores que son olvidados por otros bancos. Además, cuando hay un desastre agropecuario como las sequías, el BNA le tiende una mano al sector. También recuerdo la crisis de 2003 por el pago de las hipotecas, donde se hizo un inventario de cuantos deudores existían, y tres meses después se refinanciaron los préstamos hipotecarios. Gracias a esa política, muchas familias salvaron su vivienda, y de lo contrario hubieran sido ejecutados».
Pensando en cuáles serían los motivos por los cuales el Gobierno nacional tiene esta intención privatizadora, García expresó que «sin dudas se trata de una cuestión ideológica; el propio Presidente dice que es un topo que viene a destruir al Estado desde adentro. Sumado a eso, hay que recordar que el BNA vale 30.000 millones de dólares, y el Gobierno los necesita para mantener el dólar y poder llegar a las elecciones de medio término. Es una decisión hecha a medida de BlackRock, que está interesado en el BNA, y en que exista un directorio extranjero tomando las decisiones. Pasaría a ser un banco comercial más y la intención es esa; hacerse 30.000 millones de dólares y cumplirle los anhelos al FMI».