Darío Pignotti, periodista corresponsal en Brasil

El pasado 2 de octubre se llevaron adelante las elecciones presidenciales en Brasil: Lula da Silva ganó con el 48,05% de los votos, frente al 43,52% del actual presidente Jair Bolsonaro. Esto determinó que el próximo 30 de octubre ambos candidatos deban participar de la segunda vuelta.

Analizamos los resultados y el ambiente que se vive en el país vecino con Darío Pignotti, periodista corresponsal de Página12 en Brasil. En comunicación con Radio Urbana, destacó en primer lugar que «la consultora de opinión pública más conocida de Brasil previó que Lula gane 50% a 36%, y no fue así. El fallo estuvo en la previsión de Bolsonaro, ya que son sondeos con 2% de margen de error».

Sobre esto, agregó que «hay preguntas no repondidas sobre qué ocurrió. Alguna es que parte del voto útil de los candidatos que terminaron 3° y 4° hayan optado por Bolsonaro. Otro fue la prédica de los pastores evangélicos, pidiendo que engañen o no contesten a los encuestadores. Bolsonaro es prácticamente un presidente evangélico por la cercanía a ese grupo».

«Es difícil ser determinante sobre las proyecciones en Brasil. La primera vuelta marcó que esos pronósticos fracasaron. La segunda es que Bolsonaro cuenta con recursos estatales extraordinarios, y no va a escatimar medidas» Darío Pignotti.

El especialista enumeró algunas de las medidas implementadas por el Presidente brasileño luego de la desventaja sufrida en primera vuelta. Afirmó que » hay un conjunto de medidas que expiran el 31 de diciembre; un programa llamado Auxilio Brasil, que durante años de Gobierno el Estado decidía qué meses se pagaban. A fines de junio decidió aumentar ese valor, sin avisar que eso se termina el 31 de diciembre. Es una medida apenas de cosmética electoral, pero que puede tener efecto«.

Todo esto se da en el contexto de una creciente violencia política. Pignotti detalló que «una encuesta detectó que los casos de violencia física y muerte crecieron un 400% respecto a la campaña anterior. Hay un miedo sistemático por declaraciones del mismo Bolsonaro, quien hace de la intimidación del adversario un instrumento de poder eficaz. Sondeos de opinión pública marcaron que hubo 32 millones de personas que no fueron a votar, y muchas de elllas lo hicieron por miedo».

«Así es como Bolsonaro gestiona el poder. Hoy publicaron comentarios de jueces diciendo que no va a dudar de aplicar un Gobierno parecido a una dictadura personalista. Bolsonaro anunció una semana después del ballotage que va a designar jueces, y trascendió que va a determinar la reelección indefinida» Darío Pignotti.

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