El martes se cumplieron 10 años de la primera marcha nacional bajo el lema «Ni Una Menos«, reclamando el fin de los femicidios y la violencia contra las mujeres. El aniversario llega en un momento particular, en medio de importantes recortes de todos los programas y políticas de género dependientes del Gobierno nacional. En ese sentido, ayer se realizó una movilización en nuestra ciudad en conjunto con el reclamo de las y los jubilados.
Griselda Cifuentes, militante feminista e integrante de Socorristas en Red, explicó que «fue una fecha particular con mucha reflexión. Hemos sido parte de un hecho histórico con en el Ni Una Menos en 2015, y cómo fue trascendiendo los años posteriores. Allí el movimiento feminista llegó para ampliar y visibilizar un reclamo, así como exigir la creación de leyes y pedagogías, algo que tuvo su punto más visible en la sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Pedir justicia con perspectiva feminista se pudo hacer recién a partir del 2015, cuando pudimos encontrarle un sentido a esta tragedia».
«Los femicidios siguen aconteciendo día a día, y en ese sentido los feminismos estamos y seguiremos estando. Son movimientos históricos, y acá en Bahía Blanca continuaremos intentando mejorarle la vida a las mujeres y las disidencias desde nuestro lugar» Griselda Cifuentes.
¿Cuál es la reflexión del colectivo sobre los recortes en políticas de género llevados adelante por el Gobierno nacional? La militante marcó que «el desfinanciamiento nos desampara. Las políticas de género eran algo en lo que se había avanzado muchísimo, y es uno de los golpes más grandes que estamos sufriendo. Es una buena noticia que, al estar en la Provincia de Buenos Aires, estamos viviendo una situación más equilibrada, pero cuestiones como la IVE a nivel nacional están sufriendo un desfinanciamiento total. Se han abandonado programas de salud sexual y reproductiva, no se puede acceder a medicamentos anticonceptivos. Todavía no sabemos la consecuencia que tendrá esto a futuro».
En ese sentido, Cifuentes agregó que «estos recortes presupuestarios se suman al discurso de odio y mucha misógina del Gobierno nacional. Es un odio dirigido puntualmente hacia nuestros colectivos, lo que nos hace pensar que algo hicimos bien para que los gobiernos fascistas, liberales y de ultraderecha nos tengan en el foco del ataque. Por ello fue importante cambiar la fecha y unir la movilización con otros reclamos como el de jubiladxs y científicxs, dándonos visibilización y apoyo. Ahora nos queda un camino para dialogar más y ampliar una mirada de quienes sufrimos las políticas de este Gobierno».