Un informe sobre el incumplimiento de la obligación alimentaria en la Provincia de Buenos Aires reveló que el 66,5 por ciento de las madres no reciben ningún tipo de aporte económico por parte del progenitor de su hijx o sólo lo perciben de manera esporádica. Un problema estructural que profundiza las desigualdades de género ya que trae aparejada una sobrecarga en las tareas de cuidado y crianza a las madres y la vulneración del derecho de las infancias y juventudes a ser cuidadas por sus progenitores.
«Es una problemática seria y muy compleja. Cuando decidimos hacer el informe nos dimos cuenta que no había datos sobre el incumplimiento de la obligación alimentaria», contó en Radio Urbana, la historiadora Sol Calandria, coordinadora de la elaboración del informe y directora de Investigaciones del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires.
El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual realizó una exhaustiva investigación sobre esta problemática estructural que profundiza las desigualdades de género. Se trata de hogares monomarentales, madres que crían a sus hijxs solas porque los tipos solo aparecen cuando quieren o cuando les conviene.
El informe es una hoja de ruta para poner en práctica acciones que permitan resolver esta problemática y elabora, además, una serie de recomendaciones para todos los poderes del Estado. El trabajo contó con la coordinación de Sabrina Cartabia (Jefatura de Gabinete de la Subsecretaría de Políticas de Género y Diversidad Sexual), Lucía Cavallero (Dirección de Programas Especiales para la Igualdad de Género) y Sol Calandria (Dirección de Investigaciones) y un extenso equipo de profesionales que estuvieron a cargo de la coordinación y la elaboración de las entrevistas a mujeres que recurrieron o al menos intentaron recurrir al pago de una cuota alimentaria.
Según detalló la directora de Investigaciones del ministerio, «de las 6.442 mujeres encuestadas, más de la mitad de las mujeres encuestadas (51,2%) indica no percibir ningún tipo de aporte por parte del progenitor de sus hijas y/o hijos y un 15,3% de manera irregular».
«Más de la mitad de las encuestadas, el 66,5%, no recibe obligación alimentaria, o sólo la percibe eventualmente».
En ese marco, Calandria señaló: «Esta investigación da el puntapié para pensar políticas y respuestas, detrás de estos números hay historias de vida y mujeres que atraviesan esta problemática», ya que, «el incumplimiento de la cuota alimentaria es un tipo de violencia económica, porque cercena la autonomía de las mujeres e impacta en la vida de las niñas y los niños».
El incumplimiento de las obligaciones alimentarias de los progenitores vulnera el derecho de las infancias y juventudes a ser cuidadas en todos los aspectos de su vida y desarrollo. La falta de aporte económico, además, incrementa la pobreza y la sobrecarga de tareas de cuidado de las que las mujeres en hogares monomarentales.
«Hay algo central que es parte de los resultados del informe y marca que es una problemática transversal en todas las clases sociales aunque impacta en los sectores populares».
Muchas madres con problemas para acceder al pago de la obligación alimentaria padecen o padecieron violencia de parte del progenitor de su hijx, por lo cual, llegar a un acuerdo tiene un costo psicológico muy grande y algunas hasta evitan esa situación para no padecer más violencia.
En relación a esto, «el proceso de las mujeres que deciden realizar una demanda por alimentos: muchas mujeres deciden no iniciar ese proceso por los costos, no solo económicos, sino también emocionales, muchas mujeres no llegan a esa instancia. También nos llamó la atención que casi el 50% desconoce el marco normativo y el régimen moratorio de demanda por alimentos».
Además, el informe demuestra que la mayoría de las personas encuestadas no conoce los centros de atención y de asesoría.
Un dato no menor es que en los casos en los que no se cuenta con una red familiar para dar respuesta a la necesidad de cuidados, las mujeres recurren a las redes territoriales, también conformadas por mujeres. Las entrevistas a referentas de organizaciones sociales hablan de la importancia de los cuidados comunitarios que se existen en los barrios populares que responden a las demandas de los hogares con bajos ingresos.