El grupo de Economía e Ingeniería de Sistemas de Salud (gEISS), conformado por profesionales pertenecientes a la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI) y al Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS), fue premiado por la Fundación Bunge y Born para llevar adelante un relevamiento sobre el acceso a la salud en los barrios populares de Bahía Blanca.
Fernando Lago, economista del IIESS, explicó que el proyecto tiene por objetivo «saber cuáles son las barreras y qué cuestiones facilitan ese acceso, de independientemente a si las personas tienen obra social, prepaga, o se atienden en la salud pública. Se consideran algunas variables: la cercanía a una institución de salud, y el nivel socioeconómico de la población, entre otras».
El investigador destacó el premio recibido por la fundación, ya que «hacer un trabajo de estas características en tan poco tiempo es bastante caro, por lo que el premio nos permite financiar la investigación«. ¿Qué tareas van a llevar adelante? Será a través de un trabajo de campo a realizarse en julio y agosto, donde «vamos a visitar más de 1.500 hogares en todos los barrios de la ciudad. Vamos a preguntar en cada uno sobre las condiciones de acceso, al nivel socioeconómico. Van a ser 70 encuestadores debidamente identificados. El concurso de Bunge y Born se acopla a lo que queríamos investigar».
«Nosotros entramos con un enfoque más abarcativo y complejo sobre esas problemáticas. Consideramos otras cuestiones como barreras organizacionales. Mucha gente debe sacar turnos por internet sin tener el conocimiento o la tecnología disponible. Mucha gente con obra social debe pagar un arancel diferenciado para acceder a algunas prestaciones. O los turnos son muy lejanos y la gente desiste» Fernando Lago.
Luego, el investigador realizó un análisis del sistema de salud local. En primer lugar, destacó que la «red de centros de atención primaria es muy amplia. Prácticamente no hay barrios sin sala médica. Hay una fortaleza en la cuestión de la cercanía. Eso ayuda a la cobertura de las personas sin obra social. Tener muchas salas médicas, y dos hospitales públicos con niveles de complejidad elevada son fortalezas». Al contrario, también reveló que algunos de los problemas principales pasan porque «las salas médicas tienen un horario de atención restringido. La cuestión de las especialidades acotadas también puede ser un problema, las salas sólo cuentan con enfermera o cuentan con pocas especialidades. Luego en el contexto económico general puede ser perjudicial para la continuidad de los tratamientos.
Por último, se refirió a la intención del Ejecutivo municipal de cerrar unidades sanitarias en los barrios para reemplazarlas por Centros de Atención Primaria de la salud; los cuales son más escasos pero con una atención más integral. Dijo que «el hecho de tener muchas salas con pocas especialidades no es algo que facilite plenamente el acceso a los servicios de salud. Vemos cómo algo positivo que se desarrollen estos centros de atención con más horarios y especialidades. Obviamente tener pocos centros de esas características en la ciudad también generan problemas de acceso. Mientras esos centros estén estratégicamente emplazados, y su cantidad sea suficiente, podemos verlo como algo positivo».
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