El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur publicó un nuevo libro que agrupa 15 trabajos que abordan distintas problemáticas sociales y económicas, en el marco de pandemia.
Un año después y con análisis de mayor alcance, los investigadores e investigadoras del instituto presentan resultados sobre temáticas que el ASPO ha puesto en mayor evidencia como la situación de emergencia de mujeres víctimas de violencia o las condiciones de vida en algunos barrios de la ciudad.
Hablamos con Florencia Quiroga, docente e investigadora del departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur (UNS), para conocer el trabajo que llevaron para analizar las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de Bahía Blanca en contexto de Aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO).
«Quede impacta con los relatos ante la falta de acompañamiento municipal, los dejaron solos».
El informe fue realizada por Florencia Quiroga; Natalia Lunazzi; Dévora Eliosoff; María Jimena Irisarri; María Belén Noceti; Antonella Laiuppa y Daniela Gargiulo, en el cual presentan los resultados parciales obtenidos por el Grupo de Investigaciones Cualitativas y Etnográficas del Sur (GICES) del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS), respecto de un análisis cualitativo orientado a caracterizar las formas en que se desarrollaron las dinámicas de asistencia territorial de
alimentos y productos de higiene personal y limpieza general en contexto de pandemia por coronavirus.
«El trabajo tiene que ver con caracterizar como se desarrolló la asistencia territorial de alimentos y productos de higiene personal y limpieza. Es uno de los varios trabajos que abordan problemas vinculados a la educación, cuestiones políticas, económicas. La inquietud y la selección de los lugares deviene de trabajos de investigación previos realizados por este grupo en donde ya venimos desarrollando una serie de trabajos sobre otros aspectos en esos barrios lo cual facilitó la labor en este contexto de aislamiento con las reflexiones que se nos imponen al momento de ir al barrio.». Y explicó que las selecciones vienen de algunos indicadores que son de público conocimiento y datos que refieren al contexto de vulnerabilidad, y en segundo lugar, a esta posibilidad de llegada ante la experiencia previa, remarcó Florencia Quiroga, integrante del Grupo de Investigaciones Cualitativas y Etnográficas del Sur.
Dicha investigación fue realizada en base a entrevistas a funcionarios, referentes territoriales que participaron en la distribución de la asistencia e integrantes de los hogares asistidos. «Pudimos observar una serie de dificultades al momento de desplegar la asistencia. En términos generales vimos que la organización de la asistencia no se mantuvo de manera constante y, se fue armando y rearmando, en la marcha a través de los distintos actores y permeado por los tejidos sociales comunitarios. Fue clave el papel que tuvieron las organizaciones sociales al momento de desarrollar la entrega de bolsones de alimento, porque el trabajo estuvo limitado a esa política».
«Pudimos reconstruir a partir de los aportes de las personas que al inicio, en marzo de 2020, dan cuenta de una situación caótica de organización y ausencia por parte del Estado».
Fue así como descubrieron, «el gran aporte y papel clave que tuvieron las asociaciones civiles barriales, voluntariados, instituciones religiosas, comedores, merenderos», indicó.
En este sentido, continuó profundizando en el rol fundamental por parte de las organizaciones sociales, ya que «en un contexto donde la distribución de los bolsones fue bastante irregular, sumado a la desinformación y desorganización por parte del municipio, fueron ellos quienes tuvieron que desplegar estrategias para mitigar la situación que estaban atravesando los sectores más vulnerables».
El informe cuenta que el municipio de Bahía Blanca (MBB), que antes de la pandemia asistía con bolsones alimentarios a unas 7.500 familias por mes, en marzo de 2020 -a 2 semanas de las medidas de aislamiento- se vio obligado a auxiliar a 20.0007. La forma de solicitar esta ayuda, primero fue vía mail (solicitudayudabb@gmail.com) y luego inscribiéndose en la plataforma Bahía Solidaria diseñada por del municipio (www.bahia.gob.ar/solidaria), modalidad que fue duramente cuestionada por las organizaciones de la sociedad civil dado que provocaba barreras al acceso a la provisión, pues muchas personas no tenían acceso a las redes o de tenerlo no sabían utilizar las plataformas.
«Al inicio parte de las medidas adoptadas por el Municipio fue la implementación de un mail para solicitar alimentos, recordemos que las delegaciones estaban cerradas», precisó Florencia Quiroga.
Por otra parte, da cuenta que eran las mujeres quienes encabezaban la organización barrial, «no es un dato menor», señaló.
Asistencia municipal a las familias
«Un bolsón de 10 alimentos secos sin productos de limpieza e higiene ni alimentos frescos en un contexto de pandemia parece muy escaso».
Podes podes leer el informe completo ingresando aquí.