En agosto pasado, había dicho en una charla ante alumnos de una escuela de periodismo que había mujeres que «son histéricas y necesitan para tener sexo ser violadas porque tienen culpa y porque no quieren hacerlo libremente».
A nueve meses del escándalo desatado por sus polémicos dichos, Gustavo Cordera regresó a los escenarios porteños junto al grupo «La Caravana Mágica», con un show en La Trastienda en el que una especie de descargo musical y discursivo, en el que no mostró arrepentimiento y dejó entrever que todo fue producto de un malentendido.
Incluso, según Télam, el recital contó con un momento bastante bizarro, si se tiene en cuenta el contexto, cuando un grupo de chicas del público subió al escenario, con el aval del propio Cordera, cuando entonaba «La bomba loca» y comenzó a manosear al cantante, besarlo y bailar junto a él de manera provocativa.
Fue una noche inolvidable. Gracias a La Trastienda por su valentía, gracias a ustedes por aguantar los trapos en estos nueve meses. Acá estoy para poner el pecho. Estamos vivos de vuelta», dijo el músico al finalizar el concierto, que pudo realizarse con normalidad, a pesar de algunas manifestaciones de grupos feministas realizadas la semana pasada, en el que se pidió a los responsables del reducto de San Telmo que suspendiera el concierto.
En tal sentido, la entrada al local presentaba vallas, algo poco habitual en el lugar, como así también contó con la presencia de una gran cantidad de medios de comunicación, quienes debieron conformarse con expresiones de apoyo al músico por parte de sus fans.
En agosto pasado, Cordera había dicho en una charla ante alumnos de una escuela de periodismo que había mujeres que «necesitan, porque son histéricas y necesitan tener sexo, ser violada porque lo necesitan y psicológicamente lo necesitan porque tienen culpa y porque no quieren tener sexo libremente».
Cuando sus dichos tomaron estado público, hubo una reacción inmediata, no sólo de grupos feministas, sino de amplios sectores de la sociedad, lo que provocó que la carrera de Cordera entrara en un espiral descendente.
Tras algunos fallidos intentos de explicación, el cantante se llamó a silencio y, precisamente, eligió este regreso para hacer un descargo en el que no hubo pedido de disculpas ni arrepentimiento, sino, por el contrario, una insistencia en culpar a quienes lo criticaron por no haber entendido sus conceptos, de acuerdo a lo que se desprende de la letra del tema estrenado en el show.