En el marco de la muestra «Abrir todos los devenires: feminismos, identidades y activismos» se realizará la charla-debate «Yo nena, yo princesa». Hablamos con Valeria Paván, quien es Lic. en Psicología, activista, vicepresidenta y coordinadora del Área de Salud del CHA (Comunidad Homosexual Argentina), y coordinadora del Programa de Acompañamiento Integral para Personas Trans.
El género es una construcción ideológica, una ley cultural, política, moral. “Masculino” y “femenino” son roles dentro de una dicotomía que busca ordenar cabezas y dar certezas. Pero qué pasa cuando a los dos años alguien empieza a esbozar que no es lo que se espera que sea. Lulu fue la primera niña que, por primera vez en el mundo, logró cambiar el género en su documento de identidad sin tener que acudir a la Justicia. Un paso que repiten otros chicos y chicas mientras sus familias viven el proceso desorientadas, entre sistemas represivos y derechos protegidos por la ley argentina.
«Necesitamos de alguna manera estimular la reflexión ciudadana para que este paradigma pueda transitar hacia un imaginario bastante más amplio donde entren todas las experiencias identitarias posibles, e incluso, que estemos preparados para nuevas posibilidades que aún no conocemos. En definitiva lo que se trata justamente en esta segunda etapa es el trabajo con la cultura».
«El género no es una linealidad como estamos acostumbrados a pensarlo. La identidad es una construcción, no tiene nada que ver con la biología».