Una pregunta que no se pudo callar

Desde el FpV-PJ, la izquierda y otros bloques pidieron la interpelación de Patricia Bullrich y acusaron al Gobierno de “encubrimiento” por la desaparición del joven en Chubut. Críticas a la política de derechos humanos y el recuerdo de Fuentealba.

La decisión de Cambiemos de restringir el debate parlamentario únicamente a la agenda que impone el Gobierno, no pudo evitar que el recinto de la Cámara de Diputados se transformara en caja de resonancia de los reclamos opositores sobre la desaparición forzada de Santiago Maldonado y la política oficial sobre derechos humanos. Desde distintas bancadas reclamaron la interpelación de Patricia Bullrich, y le apuntaron a la ministra de Seguridad ante posible delito de encubrimiento como estable el Código Penal en el caso de “desaparición forzada”. El “homenaje” y recuerdo de la “Noche de los lápices” y el “día del maestro”, dispararon cuestionamientos a la política oficial de “denunciar” a los estudiantes secundarios que toman los colegios porteños en contra la implementación de la denominada “Secundaria del Futuro” y la represión a los docentes, donde se recordó al asesinado maestro neuquino Carlos Fuentealba.

“No queremos hacer política partidaria con esto, pero sí queremos saber la verdad y que Santiago Maldonado aparezca con vida”, dijo Héctor Recalde que reiteró el pedido de su bloque (FpV-PJ) para interpelar a Bullrich en medio de los reclamos opositores que quedaron restringidos a “las cuestiones de privilegio”. “Hay una serie de pruebas que se podrían haber realizado y no se hicieron”, insistió Recalde para luego sostener que la desaparición de Maldonado “no es un problema partidario, este es un problema que nos lacera y acentúa el dolor argentino”.

“Se está buscando generar una confusión respecto a la desaparición forzada de personas en la época de la dictadura y a la desaparición forzada de Santiago Maldonado”, dijo Remo Carlotto (PpV-ME). Recordó que en 2011 el Congreso “incorporó dentro del Código Penal la figura de desaparición forzada de personas” como “caso individual, no como hecho sistemático” utilizado por la dictadura. También al Código Procesal “para ponderar las actitudes que tienen que tener la justicia y los distintos poderes del Estado frente a estos casos”, dijo Carlotto y leyó un párrafo del artículo se refiere a la gravedad sobre “falta de información” y “la toma o no toma de decisiones” por parte de funcionarios, lo que podría ser incluido en el delito de encubrimiento. “Estamos ante una situación de una enorme gravedad institucional. La desaparición de personas es algo que nos conmueve y nos lastima”, concluyó para reclamar la interpelación de Bullrich.

“Han pasado 44 días sin saber nada de Santiago Maldonado, y el Gobierno no da la cara y eso no puede ocurrir, porque es desidia”, agregó la massista Cecilia Moreau y le apuntó a Bullrich: “No está en condiciones de llevar adelante su gestión”, sentenció sobre la ministra.

Los reclamos por la aparición de Maldonado también se expresaron en los homenajes a la “Noche de los lápices”, donde la dictadura secuestró, torturó y desapareció a estudiantes secundarios platenses que luchaban por el boleto estudiantil. “Se decidió a participar para una causa que consideraba justa, y hubo un Estado que decidió dejarlo de cuidar para secuestrarlo y desaparecerlo”, dijo Lucila De Ponti (PpV-ME) sobre Maldonado y emparentó los reclamos: “a 41 años después nuestra sociedad ha logrado conquistar valores que tienen que ver con el estado de derecho y en los cuales no estamos dispuestos a retroceder”.

Soledad Sosa (FIT-PO) reivindicó la “expresión de resistencia” de los estudiantes platenses detenidos-desaparecidos así como la lucha de los estudiantes porteños que toman colegios pare resistir el proyecto de “secundaria del futuro”. “Son la expresión de la defensa del sistema educativo; no se puede criminalizar esta lucha como está haciendo este Gobierno. Las escuelas son de los estudiantes, y ante este ajuste es lo más saludable que los estudiantes se levanten”, reclamó Sosa.

El diputado neuquino Darío Martínez (FpV-PJ) concentró el homenaje del día del maestro en el recuerdo de Carlos Fuentealba (que hoy cumpliría 51 años) asesinado en 2007 por la policía de Neuquén con el disparo de un cartucho de gas lacrimógeno. “Lo asesinaron por la espalda”, sentenció Martínez. El macrismo tomó nota en silencio: el actual secretario de Seguridad del Gobierno de Cambiemos y ex jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, era entonces el asesor de seguridad del ex gobernador neuquino Jorge Sobisch, que ordenó al represión a los docentes.

Fuente: pagina12.com.ar

También podría gustarte Más del autor

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.