Todos le bajaron el precio al fútbol que se intenta vender ahora contra reloj. Los dirigentes por sus divisiones, miopía y pocas luces a la hora de negociar. El Gobierno porque hizo una tarea de demolición contra los clubes y la AFA, los verdaderos dueños de los derechos televisivos. La comisión normalizadora porque responde más a la Casa Rosada que a la FIFA y es funcional a su estrategia de desguace. Este activo que cubre la mayoría de los presupuestos en las instituciones más chicas volverá a manos privadas, rubricada la partida de defunción del Futbol para Todos (FPT). La cuestión que resta desentrañar es entre cuántas manos se lo repartirán.
“Clarín está detrás de esto, no jodamos”, le cuenta Carlos Avila a PáginaI12. Quizá lo diga porque se asoció al multimedios en 1991 y terminó devorado por él años después. Lo conoce muy bien. Aunque la oferta por un producto que hoy tiene bajo rating, mucha violencia y un campeonato XL se atribuye a la sociedad por conveniencia entre las cadenas Turner y Fox. Nadie la leyó en los papeles. “Yo no la vi, pero está”, asegura Matías Lammens, el presidente de San Lorenzo. Y será presentada mañana con toda la pompa. Habrá que esperar y comprobar de cuánta plata se trata, la vigencia que tendrá el contrato y qué condiciones ponen los compradores.
“Los derechos son de la Asociación, lo dice el estatuto de la FIFA”, declaró la enviada de la Conmebol, Monserrat Jiménez, el miércoles 9 antes de volver a Asunción con el estatuto nuevo de la AFA. En la práctica, esa condición de dueña no la puede ejercer. En lo formal está delegada en Armando Pérez. O sea, en Mauricio Macri, a quien considera su jefe. Por eso, cada reunión, a cada minuto, pasa por las convocatorias que hace la Casa Rosada. “Nos citaron a los cinco presidentes de los clubes grandes para el lunes a las 14 (por mañana) en la AFA”, dice Lammens, a quien le reprocharon desde el Gobierno que hizo pública su posición contraria a las sociedades anónimas deportivas. Esa es la batalla que seguirá a la discusión por los derechos de TV. Por otros activos, más tangibles, centenarios y construidos por los socios a lo largo de varias generaciones. Un anticipo es la volanteada que habrá esta tarde en la Bombonera. Se repartirán 50 mil volantes con la inscripción “Siempre club atlético, nunca sociedad anónima”.
Pero este es el momento de un combate preliminar. O uno de semifondo, en la jerga boxística. La oferta que será presentada mañana a los dirigentes se ubica en los 2500 millones de pesos por temporada. Los clubes de mayor convocatoria quieren más. Unos 3 mil. Otros más chicos aspiran a un 50 por ciento por encima de esa suma. En un club como River, explica su tesorero Andrés Ballotta, “los derechos de televisión representan el 6 o 7 por ciento de nuestros ingresos”. Lammens agrega que en su San Lorenzo “son el 19 por ciento”. Si la propuesta económica le permitiera duplicar ese porcentaje quedaría más que satisfecho.
Está claro que el fútbol mejorará sus ingresos, pero sus directivos, además de demostrar honradez y austeridad, tendrán que evitar repetir los errores del pasado. Cuando en la década del 90 los derechos eran controlados por TSC (Televisión Satelital Codificada) en cabeza de Clarín, nunca verificaron los canales de cable que adquirían los partidos, el número de abonados al sistema, ni la documentación empresaria y mucho menos asistían a las reuniones de directorio en esa sociedad en que la AFA era parte interesada. Rumiaban por lo bajo su disconformidad con la paga recibida, pero no hacían respetar el contrato. Se espera que lo hagan ahora, no importa quiénes paguen por un producto que, tal parece, se vende solo.
“La AFA debería licitar y administrar por sí misma el fútbol televisado. Esto así es un absurdo, no va. Hay poco profesionalismo en la actividad. Turner no existe en este negocio si no tiene a los distribuidores de señales. Y ahí es donde entran en juego Clarín y DirecTV, a los que necesita”, señala Avila. El empresario da una pista más que hoy puede verse en un comercial que protagoniza el actor Martín Bossi. Lo produjo la agencia Don para Cablevisión, la principal unidad de negocios del grupo que lidera Héctor Magnetto. Se trata de Flow, la plataforma que permitirá acceder a contenidos en línea y a demanda desde cualquier dispositivo móvil. El fútbol a cualquier hora y en cualquier lugar. Una plataforma comercial sin techo.
¿Conocerán los dirigentes este negocio que la empresa acaba de lanzar al mercado? Asociado al juego que más consumen los argentinos, puede expandirse de modo semejante al sistema del cable que en los años ‘90 creció de manera desmesurada gracias a fútbol. Permitirá ver desde el comienzo un partido que ya empezó, repasar la programación hacia atrás del fútbol que haya sido emitido en las últimas 24 horas o grabar jugadas y almacenarlas para ser vistas cuando se desee desde celulares, tabletas, PC y televisores. Lo mismo sucederá con el resto de la programación. Cablevisión trabaja hace cuatro años en el proyecto y habla de una inversión de 90 millones de dólares. Quizá el fútbol la ayude a recuperarla más rápido.
Flow es la nueva plataforma que dispone Clarín para su retorno al negocio que había perdido en agosto de 2009. Mientras tanto, la entente Turner-Fox saca cuentas sobre los distintos tipos de abonos con que iría recobrando su inversión a futuro. Se menciona uno económico por 169 pesos mensuales y otro de 300, que estarán sujetos a la cantidad e importancia de los partidos que se deseen ver en la televisión post gratuita. Además, el recupero les llegará por la venta de los derechos del campeonato argentino en el exterior. Las tres palabritas en inglés que habían pasado de moda (pay per view) volverán a ser mencionadas cuando el FPT sea un recuerdo.
Como en el pasado, el televidente, ahora devenido también en cibernauta, será el que sostenga el sistema cuando quiera ver un partido en vivo de su equipo desde el celular y mientras viaja en el subte o en el colectivo. Pagará el que pueda y el que no, a llorar a la iglesia. En esta etapa que se abrirá con el retorno de los derechos televisivos a manos privadas, un viejo actor, más de primer cartel que de reparto, volverá al centro del escenario: Torneos y Competencias, la productora que le perteneció a Avila, que fue socia de Clarín, que regenteó el detenido Alejandro Burzaco y que nunca se fue.
El Gobierno por boca de Fernando Marín y mientras se desprende del FPT y va terminando con ese derecho, no quiere que se acabe tan rápido. “El pedido es que durante todo el 2017 se mantenga el formato actual”, dijo el empresario amigo del presidente de la Nación y su delegado en el tema. ¡Eureka! No resulta descabellado. Se votará el año próximo y ya se sabe lo que pasa cuando hay elecciones.
Fuente: pagina12.com.ar