El jefe de Gobierno de la Ciudad defendió la gestión del Ejecutivo porteño por el incendio de Flores que provocó la muerte de dos hermanitos, y sostuvo que «la gente se agarra de estos trabajos y se enoja cuando uno va y los clausura».
Buenos Aires, la ciudad de los incendios previsibles, ha comenzado a escribir una nueva página desde que dos niños de 7 y 10 años murieron en el barrio de Flores durante el incendio de un taller textil clandestino el lunes pasado. La tragedia impactó de lleno en la política porteña, a pesar del llamativo silencio de muchos candidatos: sucedió en plena luna de miel por la victoria que capitalizó el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, durante las PASO del domingo, donde su elegido, el premier Horacio Rodríguez Larreta, le ganó por 20 puntos a la senadora nacional Gabriela Michetti y se transformó en el candidato del PRO para alcalde.
Según señala Tiempo Argentino, la tragedia de la calle Páez apareció en la senda de Macri y lo hizo tropezar con una de las grandes deudas de su gestión: el control de los talleres textiles clandestinos, un tema que quedó en el ojo de la tormenta desde el lunes pasado y que empeoró luego en boca del propio Macri, durante un reportaje a radio Mitre, donde salió a defender su trabajo al respecto.
«Es un tema muy traumático, que es que ante la falta de trabajo y en muchos casos combinando con la inmigración ilegal, hay gente que abusa y le da trabajo en condiciones inhumanas sin respetar las leyes locales y en forma clandestina. Sistemáticamente recibimos denuncias que atendemos como nunca se atendieron antes. El año pasado hicimos 6000 inspecciones, una cifra impensada, inimaginable. Pero es complejo, porque finalmente en la desesperación la gente se agarra de estos trabajos y encima se enoja con uno cuando va y los clausura», remató el alcalde y continuó hacia el acantilado de los exabruptos por desconocimiento. «Es una situación de tipo que uno dice la gente ‘no puede trabajar en estas condiciones’ y la gente te contesta: ‘¿Usted qué se mete? Si yo quiero trabajar así, déjeme’. Pero no se puede trabajar así», abundó el líder del PRO, que antes del cierre dejó el papel alcalde para hablar como candidato presidencial. «El mejor combate de esos abusos es lograr tener un país en crecimiento donde haya tanta demanda laboral que estos explotadores no encuentren gente que se quiera someter a este abuso que hacen los explotadores».
El descuido verbal del alcalde buscó defender, sin mencionarla, a la Dirección General de Protección del Trabajo a cargo de Ezequiel Sabor, uno de los funcionarios denunciados penalmente esta semana por el legislador porteño Gustavo Vera luego de las dos muertes infantiles. La querella también incluyó a la vicejefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, y a Rodríguez Larreta. Fue radicada un día después de que ambos funcionarios explicaran que no tenían noticias del taller de la calle Páez, algo que fue demostrado por Vera ante las cámaras de televisión, mediante informes de la propia DGPT donde aparecían sin inspección, pero bajo conocimiento de la autoridad de control laboral.
El área conducida por Sabor reporta al ministro de Desarrollo Económico Francisco Cabrera. Ambos también son cuestionados por la oposición por el papel inspectivo que desempeñaron en Azara 1245, uno de los cuatro depósitos de la multinacional Iron Mountain que ardió el 24 de febrero de 2014 y donde murieron 8 bomberos y 2 rescatistas. Según una pericia entregada por la Policía Federal y el INTI, el incendio fue intencional.
El caso por las muertes de los hermanitos Orlando y Rodrigo Camacho reabre el debate irresuelto sobre la ausencia de controles en sectores informales pero cruciales de la economía porteña, como son los talleres textiles ilegales, cuyo abordaje requiere una seria intervención en la creciente cadena de producción de la industria textil. Un reclamo formulado por decenas de organizaciones sociales e históricamente desoído por la administración PRO, cuyo jefe se sorprende ante la sórdida y habitual escena que sucede cuando personas casi reducidas a la esclavitud temen perderlo todo ante una inspección que pone en riesgo su medio de subsistencia.
Taiana reclamó «políticas en serio»
El legislador Jorge Taiana reclamó «políticas en serio» que tengan en cuenta la informalidad laboral. «La trata de personas es la manifestación más horrible y más descarada de la informalidad laboral. Es increíble que los encargados de hacer los controles de habitaciones no ingresen a los lugares en los que hay talleres clandestinos», sostuvo el precandidato presidencial del Frente para la Victoria. «(El jefe de Gabinete porteño Horacio) Rodríguez Larreta dice que toca el timbre y no le abren, es una falta de respeto a la sociedad decir eso», agregó, y pidió «políticas en serio que tomen en cuenta a este sector que está poco visibilizado».
En declaraciones a Radio Rivadavia, Taiana dijo que hay «inacción del Gobierno de la Ciudad para controlar que no haya trata laboral y la prevención necesaria para evitar este tipo de tragedias», en referencia a la muerte de dos chicos en un taller clandestino de Flores. «Es de público conocimiento la existencia de denuncias sobre talleres clandestinos que involucran a empresas cercanas a Mauricio Macri», comentó.
El Papa expresó su dolor
El Papa Francisco le envió una carta a Gustavo Vera, titular de La Alameda -quien denunció la responsabilidad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la falta de control del taller clandestino incendiado, que causó la muerte de dos chicos-, y transmitió su «dolor» por lo sucedido, a la vez que pidió que «nunca más» ocurran tragedias semejantes.
«A todos ustedes que se reúnen para orar por Orlando y Rodrigo Camacho les hago llegar mi cercanía y los acompaño en el dolor y el sufrimiento. Lo sucedido me causa mucho dolor», expresó Jorge Bergoglio en un correo electrónico enviado a Vera y difundido el último jueves. «Estoy junto a ustedes y pido al Señor nos ayude a que nunca más sucedan estas cosas, fruto de injusticias. Con afectuoso cariño. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide», completó Francisco.
Acto repudio de la JP Evita y la FEDE
La JP Evita y la FEDE de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un acto en repudio a Mauricio Macri en las puertas del taller clandestino incendiado el último lunes, donde fallecieron dos chicos, y denunciaron la responsabilidad del Gobierno de la Ciudad en la tragedia. «Miles de trabajadores en la Ciudad sufren estas condiciones laborales, sin ningún tipo de derechos ni el interés del gobierno porteño por asegurarlos, solamente para saciar el ansia de lucro de las grandes marcas de indumentaria aliadas en este mismo entramado», sostuvo el referente de la JP Evita en Capital, Lautaro Fernández, que también aseguró que «el gobierno de Mauricio Macri es cómplice en esta situación».
Fuente: Infonews