Se trata de Valentín Díaz Gilligan, subsecretario de la Presidencia, quien fue puesto en evidencia por el Banco donde guardó el dinero.
Siguen estallando casos de ocultamiento de dinero dudoso y cuentas en paraísos fiscales a nombre de funcionarios de peso del gobierno de Mauricio Macri. A los múltiples hechos que tienen como protagonistas a dirigentes del Ejecutivo nacional se suma ahora el caso del subsecretario de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, quien ocultó 1.200.000 dólares en un banco de Andorra, donde ya no rige el secreto bancari y dejó al descubierto al funcionario.
La entidad es la Banca Privada d´Andorra (BPA) y la cuenta estaba a nombre de la sociedad relacionada con la intermediación de jugadores de fútbol Line Action Ltd., según publicó el diario español El País.
El ciento por ciento de Live Action pertenecía a la mercantil panameña Nashville North Inc.
Díaz Gilligan, además de ser un activo vocal del club River Plate, figura como titular de la cuenta en el banco de la pequeña nación ubicada entre España y Francia y que fue durante largos años uno de los paraísos fiscales favoritos de los lavadores de todo el mundo.
La cuenta se abrió en 2012, cuando Díaz Gilligan era asesor del Gobierno de la Ciudad para luego pasar a hacerse cargo de la Dirección General de Promoción Turística porteña, cargo que aprovechó para hacer algunas (hoy sospechosas) visitas al continente europeo.
El propio Díaz Gilligan sostuvo que el más de un millón de dólares no era suyo y que fue accionista y director de Line Action «para hacerle un favor a un amigo».
“Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo”, indica el funcionario de Macri al diario español.
Según aseveró, en 2014 el dirigente del PRO pidió salir de la firma porque no estaba ganando dinero con eso. «No me parecía bien continuar, ya ocupaba un cargo político. Tenía una exposición pública, no quería estar en una sociedad donde no tenía ningún control. No había incompatibilidad, no era ilegal, pero era una actividad que, además, no me generaba ningún ingreso”, explicó.
Díaz Gilligan vendió Line Action el 3 de noviembre de 2014, casi un año después de ingresar al gobierno de la Ciudad. “Creí que había cesado en julio de 2014”, intentó justificar.
La Banca Privada d’Andorra solicitó en diciembre de 2014 a su departamento de prevención de blanqueo información adicional sobre Díaz Gilligan.
La cuenta de Line Action tenía en diciembre de 2014 un saldo de 1,2 millones de dólares y, según los registros, se nutría de transferencias de Uruguay de clubes de fútbol, según el banco.
Fuente: infonews.com