Hoy en día quienes buscan cambiar su alimentación basada en el exceso de macronutrientes como los carbohidratos, grasas y proteína animal por una dieta que también incluya micronutrientes como lo son las vitaminas y minerales, seguramente hayan escuchado hablar sobre el polen de abeja, y si todavía no sabes de que se trata este superalimento, la Doctora en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Soledad García Paoloni, te cuenta sus beneficios y principales usos.
«La apicultura es conocida, principalmente, por la producción de miel, pero también los productos derivados de la colmena, que son el polen, la cera, la jalea real y el propóleo destacan ya sea por la importancia que desempeñan dentro de la misma colmena como sus aplicaciones y alimentos», detalló.
¿Cómo se consume el polen de abeja?
El polen de abeja es recolectado por los apicultores mediante una trampa que se sitúa en la entrada a la colmena, así se recoge el polvo de las patas cuando las abejas obreras entran.
De ahí sale el polen seco, que es el alimento que se comercializa para el consumo humano. Generalmente, este se suele consumir deshidratado.
La mejor forma de consumir polen de abeja es tomarlo mezclado con otros líquidos, como puede ser el jugo, la leche o incluso con batidos y yogures. Es un alimento que suele tomarse en el desayuno, para garantizar un mejor reparto de nutrientes.
¿Qué propiedades tiene el polen de abeja?
El polen de abeja es un alimento calórico con un alto contenido en proteínas y carbohidratos. Es por ello que hay personas que recomiendan su consumo en deportistas o personas que practican actividad física.
Por otro lado, los granos de polen pueden ayudar regular el tránsito intestinal y pueden proteger al organismo ante bacterias y agentes externos. También contiene vitamina C, por lo que ayuda a retrasar el envejecimiento celular.
Para conocer mejor sus usos y beneficios, se realizará una charla llamada “Polen de abeja. Aspectos nutricionales y bioactivos para consumo humano”, el próximo jueves 27, a las 20hs.
La actividad se hará en la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de Bahía Blanca junto al INTA Hilario Ascasubi y el Laboratorio de Estudios Apícolas – UNS – CIC.
La entrada es libre y gratuita.