El día de ayer se llevó adelante un acto en el playón de la Universidad Nacional del Sur en Alem, que fue replicado en las distintas universidades del país. Allí se recibieron de forma simbólica más de mil cartas de instituciones y científicos de todo el mundo abrazando a la ciencia argentina en este contexto de fuerte ajuste presupuestario.
Una de las organizadoras de la actividad a nivel local fue Silvia Antollini, investigadora del CONICET, docente de la UNS en el Departamento de Biología además de vicedirectora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas. En comunicación con Radio Urbana, aseguró que «más allá del recorte presupuestario en sí, no tenemos información de cómo vamos a seguir el resto del año, estamos en una situación de parálisis y gran incertidumbre. La red de directores de todos los institutos del país ya empezaron a movilizarse y, en estos actos, se entregaron mas de mil cartas de todo el mundo de parte de científicos extranjeros y 69 premios nobeles mostrando su apoyo a la ciencia argentina».
«En Bahía Blanca convocamos a toda la comunidad científica y universitaria sin distinción. Además vamos a estar participando en la marcha del 23 apoyando a las universidades. No existe la ciencia sin universidad y viceversa» Silvia Antollini.
¿Cuáles son las consecuencias que ya se viven en el CONICET local por esta situación de ajuste presupuestario? «La más inmediata es la parálisis del sistema, no tenemos financiamiento. Hay una intención de sostener el trabajo, pero tenemos que ver cómo sigue adelante la partida presupuestaria que no se está actualizando mientras los gastos si. La palabra que define todo es incertidumbre. Todos los años hay ciclos nuevos de ingresos de becarios, este año de redujeron las becas entregadas, entraron menos becarios. Las investigaciones las llevamos a cabo como podemos, no se han cerrado pero no tenemos certezas de cómo las vamos a llevara delante. No se cierran líneas de investigación, pero no tenemos seguridad de cómo se seguirán financiando».