Segura o Tinelli: se define el futuro del fútbol argentino

Las elecciones que se realizarán hoy en AFA, a desarrollarse en el predio de Ezeiza desde las 19, serán un hecho histórico para el fútbol argentino, aunque se desarrolle fuera de un campo de juego, porque tanto el presidente en ejercicio, Luis Segura, como el otro aspirante al cargo, Marcelo Tinelli, enarbolan dos modelos muy distintos de hacer política deportiva en Argentina.

Pero sobre todo, estos comicios adquieren un valor trascendental porque tendrán lugar después de 35 años en los que Julio Humberto Grondona, a quien hoy se le elegirá formal y democráticamente un sucesor, gobernó los destinos del fútbol argentino prácticamente sin oposición interna a lo largo de ocho mandatos.

La única vez durante el prolongado período de mandato de Grondona en que se estableció un cuarto oscuro fue en el arranque del período 1991-1995, cuando el ex árbitro Teodoro Nitti apareció como oposición y perdió por 39 votos a uno (el propio).
Ese fue el segundo registro en la historia de la AFA en que se eligió presidente por la vía del voto, ya que la primera se había producido en 1960, cuando Raúl Colombo, dirigente de Almagro, que venía de ostentar el cargo en los cuatro años anteriores, pero sin elecciones de por medio, venció al por entonces vicepresidente de Huracán, Miguel Pisano.

Desde que el escocés Alexander Watson Hutton se constituyó en el primer titular afista en 1893 hasta el presente, un total de 53 presidentes tuvo la casa madre del fútbol argentino, todos ellos sentados inevitablemente a la sombra de influencias políticas e institucionales de distintos sectores.

Ahora aparecen dos candidatos que disputan palmo a palmo y en un plano de paridad este cargo tan potenciado con el paso del tiempo, al punto que ser presidente de AFA hoy en día tiene una representatividad tanto o más fuerte que algunos cargos de máxima relevancia en el país.

Y para él aspiran dos hombres diametralmente opuestos entre sí, a los que no solamente los separan 18 años en el almanaque, ya que Segura tiene 73 y Tinelli 55, sino y fundamentalmente lo que representan ante los ojos de todos los estamentos del fútbol argentino en particular y la sociedad en general.

Desde que Tinelli fue autorizado a participar de los comicios de AFA pese a no contar con los años de ejercicio dirigencial exigidos por Estatuto, el 18 de agosto pasado, mientras Segura seguía transitando la continuidad del mandato de Grondona, fallecido el 30 de julio de 2014, hasta el final de su período presidencial en octubre de este año, el clima electoral fue «in crescendo».

Para ello habrá un total de 75 asambleístas que elegirán qué camino seguirá el fútbol argentino y quién los guiará en ese derrotero.
La distribución de estos votantes que tendrán que dar quórum como máximo hasta las 19.30 (después se sufragará con los que estén presentes, sin importar el número de ellos) es la siguiente: 30 clubes de Primera División; 12 de la B Nacional; 10 de la Primera B; 6 de la Primera C; 5 de la Primera D; 2 del Federal A y 10 de las Ligas del Interior.

En caso de empate en la votación, algo que solamente se podría dar con algún sufragio en blanco, el que decidirá será el titular de esta Asamblea Extraordinaria que resignificará el concepto de acto electoral que se había naturalizado en el tiempo con aprobaciones unánimes a mano alzada y ahora mutará al establecimiento de dos cuartos oscuros instalados en el salón de futsal del predio afista.

Claro que el titular de la Asamblea no será en este caso Segura, como correspondería a su condición de presidente de AFA, sino que será otro dirigente elegido por votación de los presentes antes del comienzo de la misma, el que tendrá la responsabilidad de desempatar.

Fuente: Infonews

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