El presidente Mauricio Macri se prepara para firmar su primer decreto de veto desde su llegada a la Casa Rosada el pasado 10 de diciembre. Lo hará para dejar sin efecto la Ley Antidespidos sancionada el miércoles pasado en la Cámara de Diputados con amplio respaldo de todo el arco opositor.
La decisión del Ejecutivo, adelantada desde el inicio del debate en torno a este proyecto, le implicará un duro costo político al mandatario. En momentos en que desde distintos sectores de la oposición le indilgan haber demostrado celeridad para atender las necesidades de los sectores más concentrados de la economía al tiempo que relegó hasta el límite los reclamos de los sectores más humildes y postergados de la sociedad, vetar una ley antidespidos viene a cimentar esta idea.
Sin embargo a Macri no parece preocuparlo el costo político del veto. De hecho cuando estuvo al frente del Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apeló a esta herramienta de manera más que recurrente. En los ocho años que gobernó la Ciudad vetó cerca de 150 leyes sancionadas por la Legislatura, muchas de ellas incluso con el respaldo del gobernante PRO.
Macri ostenta así el dudoso récord de concentrar por sí solo casi la mitad de todos los vetos interpuestos por jefes de gobierno porteño desde que la Ciudad logró la autonomía con la reforma constitucional de 1994. Por medio del uso del veto Macri eliminó en la Ciudad la Oficina de Trata de Personas, rechazó crear un laboratorio estatal de producción de medicamentos, echó por tierra una ley que declaraba la emergencia habitacional y prohibía los desalojos a familias en situación vulnerable. Vetó la creación de un fondo para la localización y restitución de niños/as secuestrados y nacidos en cautiverio durante la dictadura cívico militar, la creación de un Comité contra la tortura y un subsidio a los ex combatientes de Malvinas. Dejó sin efecto la Ley de Protección y garantía integral de los derechos de las personas en situación de calle, la ley que regulaba el procedimiento para la atención integral de los abortos no punibles, la ley regulaba la realización de abortos en los casos en los que el embarazo afecta la salud de la madre o es consecuencia de una violación y una ley que protegía a las empresas recuperadas por sus trabajadores, entre otras normas.
Ahora Macri se prepara a firmar su primer veto como presidente. Será contra la Ley Antidespidos. La herramienta constitucional fue utilizada con diferente regularidad por todos los presidentes desde el retorno de la democracia. Macri comenzará a desandar este camino presumiblemente este viernes. Queda saber si, a la luz de lo que hizo en la Ciudad, se inscribe entre los que más limitaron la actividad parlamentaria o bien contraría la experiencia que dejó en la Ciudad y se anota entre los que menos leyes vetaron.
Así usaron los presidentes su derecho a veto según la Dirección de Información Parlamentaria:
Raúl Alfonsín (1983-1989)
Durante su gestión se sancionaron 654 leyes frente a las cuales del líder radical interpuso 37 vetos totales. Alfonsín vetó el 5,65% de las normas sancionadas durante su mandato y es el tercer presidente que menos apeló a esta herramienta desde el regreso a la democracia que se concretó precisamente con su gobierno.
Carlos Menem (1989-1999)
Durante las dos gestiones del riojano el Congreso sancionó 1.548 leyes, de las cuales Menem vetó de manera total 95, es decir el 6,13%. Este promedio se ubicó en el 6,10% durante su primer mandato y ascendió a 6,17% durante el segundo.
Fernando De la Rúa (1999-2001)
El referente de la Alianza ostenta el mayor índice de vetos desde el regreso a la democracia. Durante su breve mandato el Congreso sancionó 325 leyes de las cuales De la Rúa vetó 26, es decir dejó sin efecto el 8% de las normas aprobadas por ambas cámaras.
Eduardo Duhalde (2002-2003)
El presidente interino fue el segundo más vetador desde 1983. Interpuso ese recurso en el 7,18% de las 181 leyes sancionadas durante su gobierno en 13 ocasiones.
Néstor Kirchner (2003-2007)
Kirchner fue el segundo presidente que menos apeló al veto. Lo hizo sólo en 13 oportunidades durante los cuatro años que gobernó y frente a las 600 leyes sancionadas durante ese período. Su tasa de veto ascendió al 2,16%.
Cristina Kirchner (2007-2015)
La primera presidenta mujer electa del país fue la que menos utilizó ese recurso. Durante los ocho años en los que estuvo al frente de la Casa Rosada vetó sólo 3 de las 909 leyes sancionadas por el Congreso nacional. Durante el primer período apeló dos veces al veto (0,51% de las 387 leyes sancionadas) mientras que sólo lo hizo una vez en su segundo mandato (0,19% de las 522 leyes sancionadas). En conjuntó vetó el 0,33% de las leyes sancionadas durante su gobierno.
Mauricio Macri (2015-2019)
La gestión del líder de Cambiemos recién comienza y el Congreso apenas lleva poco más de dos meses funcionando desde el inicio del período de sesiones ordinarias el 1° de marzo pasado. Desde entonces el Congreso sancionó sólo dos leyes: la Ley de pago a los fondos buitre y ahora la Ley Antidespidos. Mañana vetará la segunda de ellas.