En su primer día de gobierno, el presidente Mauricio Macri firmó una serie de decretos, algunos de ellos de Necesidad y Urgencia (DNU), que deben ser indefectiblemente tratados por el Congreso Nacional. Para ello, los presidentes de ambas Cámaras legislativas deben conformar lo que se conoce como la comisión Bicameral de Tratamiento Legislativo que deberá expedirse, en un plazo perentorio y sin importar que haya receso parlamentario, sobre la validez o no de dichos instrumentos. En ese sentido, ya hay comprometidas reuniones, al menos en el Senado, para discutir la proporcionalidad de las representación de los bloques legislativos. El Frente para la Victoria (FPV) está decidido a reclamar su condición de primera minoría y, por ende, hacerse con la mayor cantidad de sillas.
Según la ley 26122, la comisión bicameral tiene como objeto “el regular el trámite y los alcances de la intervención del Congreso respecto de los decretos que dicta el Poder Ejecutivo”. Estos son los de necesidad y urgencia; delegación legislativa; y de promulgación parcial de leyes. La norma indica que la comisión debe funcionar todo el año y, sobre todo, durante el receso estival, momento en el que las Cámaras legislativas sólo se reúnen por una convocatoria del Poder Ejecutivo.
La bicameral tiene destinados ocho lugares para los senadores y otros ocho para los diputados. Los nombres los propone el titular de cada una de las Cámaras «respetando la proporción de las representaciones políticas». Este es un punto clave porque el FPV es la primera minoría tanto en el Senado como en Diputados y eso ya anticipa una discusión que puede ser complicada.
Hace unos días, cuando se eligieron las autoridades de las Cámaras, el FPV no puso obstáculos para que los representantes del partido gobernante ocupen esos puestos porque tienen que ver con la línea sucesoria presidencial. Otra cosa son las comisiones.
Hasta ahora en Diputados no hubo comunicaciones entre el presidente del cuerpo, Emilio Monzó (PRO) y el titular del FPV, Héctor Recalde. En cambio, en el Senado trascendió que en los próximos días se reunirá el presidente provisional, Federico Pinedo (PRO), con el titular del bloque del FPV, el senador Miguel Angel Pichetto. El principal bloque de la oposición, que cuenta con 41 senadores propios, reclamará para sí la mayoría de los curules de dicha comisión. Algo similar ocurrirá cuando se reúnan los diputados.
Aunque se avecina una disputa pareja por el reparto de comisiones, la tradición indica que la comisión de Relaciones Exteriores debe quedar en manos de la fuerza que gobierna y que fija la política exterior. En ese sentido, habría acuerdo dentro de la bancada del FpV para respetar la conducta histórica.
Decretos
Según la ley, es responsabilidad del jefe de Gabinete, Marcos Peña, el envío de los decretos al Congreso. Tiene para ello diez días. En caso de que ello no ocurriese la comisión bicameral puede abocarse de oficio y cuenta con diez días hábiles para emitir opinión. Una vez que exista un dictamen serán las Cámaras las que deban aprobar o rechazar el decreto. Los legisladores no pueden modificar el texto de los DNU. Si el decreto llegara a ser rechazado en las dos Cámaras queda derogado pero, como fija la Ley 26.122, «quedan a salvo los derechos adquiridos durante su vigencia”.