El Puerto de Bahía Blanca, junto al Municipio anunció los equipos ganadores de la tercera convocatoria del programa de innovación abierta “Smartport Lab Challenge«. La iniciativa constó de desafíos de innovación abierta para atraer talentos que creen soluciones innovadoras para el ecosistema portuario-industrial junto con el puerto y las empresas participantes. De los 10 proyectos finalistas, los cuatro ganadores fueron: CrowdLabel IA, HD Fotovoltaica, CERH y Ecolysium.
Santiago Mandolesi Burgos, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto local, detalló que «participaron 22 equipos proponiendo soluciones innovadoras en distintos rubros, como por ejemplo en disminuir el impacto ambiental, la generación de energías renovables, el desarrollo de fertilizantes, etc. Es interesante cómo este modelo de innovación propone a la comunidad científica, donde Bahía Blanca tiene mucho capital gracias al CONICET y las universidades. Algunas ideas están en una etapa piloto, otras en pruebas de laboratorio y otras que ya se pueden aplicar. Además, este año tuvimos la intervención muy presente de las empresas, que comenzaron a trabajar con el puerto y comprender la idea de innovación abierta, saliendo de sus propios equipos y escuchar a la comunidad científica».
Esta iniciativa constó de desafíos de innovación abierta para atraer talentos que co-creen soluciones innovadoras para el ecosistema portuario-industrial.
¡Seguimos consolidando nuestro vínculo con la comunidad en clave innovadora y sostenible! ♻️💚 pic.twitter.com/APGM1y4rlA
— Puerto Bahía Blanca (@ptobahiablanca) October 3, 2024
«Elegimos a los ganadores el día después de la Marcha Universitaria, todos vinculados al sistema académico y al científico-tecnológico. El sector público aporta constantemente al sistema privado en materia de innovación, no hay un contrasentido entre ellos» Santiago Mandolesi Burgos.
En detalle, el funcionario reveló que «hubo proyectos muy variados entre sí: uno de los ganadores está estudiando cómo distintos desechos de empresas pueden ser incorporados en el hormigón en vez de ser enterrados. Se trata de residuos que no son tóxicos y pueden ser reutilizados. También hay un fertilizante a base de silicio, que ya se ha probado que en determinados cultivos permite un 30% más de producción, y también necesita un apalancamiento. Son elementos que el mundo necesita producir y tener a disposición. Las empresas ven que hay problemáticas a solucionar y convocar al sector científico tecnológico a proponer respuestas concretas. Todo este proceso ha sido muy positivo».
Finalmente, Mandolesi Burgos concluyó que «esta propuesta responde a un cambio de paradigma que se da a nivel mundial. Las empresas cuando tienen que resolver inconvenientes van a los sistemas científicos-tecnológicos públicos. Hay contrataciones todo el tiempo, nuestro mismo Puerto lo hace. Intentamos generar es un ecosistema donde las empresas, la industria y el puerto tengan un vínculo diferente con los sectores del desarrollo académico y poder generar estos ámbitos. Queremos que las empresas también se involucren económicamente porque le han encontrado el redito a esta propuesta. Tres de los proyectos surgidos de estos desafíos están sostenidos por las empresas porque les brindaron soluciones que no tenían».