Finalmente recibió media sanción en la Cámara de Diputados el decreto de necesidad y urgencia que efectuó el Gobierno italiano, a través del cual se recrudecen los requisitos para tramitar la ciudadanía. A pesar de ello, la Cámara impulsó diversas modificaciones que ahora tendrán que ser aprobadas por el Senado.
Ricardo Merlo, líder del partido Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior y ex diputado italiano, aseguró que «esto fue un decreto del Ejecutivo, los responsables son la primera ministra Giorgia Meloni y el ministro de Relaciones Exteriores Antonio Tajani, todos de la extrema derecha. Estos decretos deberían ser de necesidad y urgencia, por lo que se inventaron que el tema de la inmigración era un riesgo de seguridad nacional. Este primer proyecto que presentaron fue completamente restrictivo, casi nadie podía hacer la ciudadanía ni pasársela a sus hijos. Nosotros estamos presentes en la comisión de Asuntos Constitucionales, por lo que logramos hacer algunas enmiendas a favor de los italianos que viven en el exterior».
«No creo que este sea un tema central en la discusión pública hacia adentro de Italia. Hay un desinterés transversal sobre el tema, aunque sí será un tema de campaña exterior. Nosotros como representantes de los italianos en el exterior nos sentimos solos en esta lucha; estamos peleando hace dos meses sin dormir para conseguir disminuir los daños del decreto, y los demás están durmiendo» Ricardo Merlo.
En cuanto a las modificaciones logradas, el dirigente detalló que «el proyecto original restringía cualquier tipo de transmisión de la ciudadanía, y a través de las modificaciones logramos que todos puedan transmitirla de padres a hijos, incluso si estos últimos nacieron fuera de Italia. Por ello, si tenés doble ciudadanía como argentino se la podés transmitir a tu hijo. Los que nacieron antes del 27 de marzo, cuando se publicó el decreto, tienen tiempo hasta el 31 de mayo del 2026 para anotar a los hijos menores de 18 años para poder tenerla. Los que nacieron después del decreto tienen un año para obtener la ciudadanía italiana».