“¡No seremos silenciados! ¡Condenamos el escandaloso comportamiento del gobierno anfitrión de poner en listas negras a 64 organizaciones que ya estaban registradas!”, aseguraron en la conferencia de la OMC ante fuerzas de seguridad de civil.
Rodeados por agentes de la Policía Federal vestidos de traje, una veintena de activistas y expertos de la sociedad civil se manifestaron contra el Gobierno de Mauricio Macri y la Organización Mundial del Comercio. “¡No seremos silenciados! ¡Condenamos el escandaloso comportamiento del gobierno anfitrión de poner en listas negras a 64 organizaciones que ya estaban registradas! ¡Condenamos las mentiras infundadas contra nuestros colegas que fueron vetados! ¡La Conferencia Ministerial carece de legitimidad!”, gritaron a viva voz representantes de distintas organizaciones no gubernamentales en el lobby del hotel Hilton en Puerto Madero donde se desarrolla el encuentro bianual del organismo multilateral.
La intervención diplomática de los gobiernos de Brasil, Francia, Noruega y Bélgica obligó a las autoridades argentinas a revisar la prohibición de ingreso al país y la revocación de acreditaciones de un grupo de representantes de organizaciones como la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (Attac). Las ONG advierten que el veto dispuesto por la Agencia Federal de Investigaciones y el Ministerio de Seguridad se mantiene para un grupo de activistas argentinos y extranjeros.
Rodeados por agentes de la Policía Federal vestidos de traje, una veintena de activistas y expertos de la sociedad civil se manifestaron contra el Gobierno de Mauricio Macri y la Organización Mundial del Comercio. “¡No seremos silenciados! ¡Condenamos el escandaloso comportamiento del gobierno anfitrión de poner en listas negras a 64 organizaciones que ya estaban registradas! ¡Condenamos las mentiras infundadas contra nuestros colegas que fueron vetados! ¡La Conferencia Ministerial carece de legitimidad!”, gritaron a viva voz representantes de distintas organizaciones no gubernamentales en el lobby del hotel Hilton en Puerto Madero donde se desarrolla el encuentro bianual del organismo multilateral.
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Vetos para todos
La intervención diplomática de los gobiernos de Brasil, Francia, Noruega y Bélgica obligó a las autoridades argentinas a revisar la prohibición de ingreso al país y la revocación de acreditaciones de un grupo de representantes de organizaciones como la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (Attac). Las ONG advierten que el veto dispuesto por la Agencia Federal de Investigaciones y el Ministerio de Seguridad se mantiene para un grupo de activistas argentinos y extranjeros.
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“Yo pude ingresar al país y recuperé mi acreditación pero muchos participantes de todo el mundo, incluso ciudadanos argentinos, siguen excluidos por el gobierno de Mauricio Macri. Las reuniones de la OMC carecen de legitimidad”, indicó el noruego Petter Titland a PáginaI12. El líder de Attac Norge llegó a Buenos Aires desde San Pablo el jueves pasado pero fue deportado en la madrugada del viernes. Una protesta formal de la Embajada de Noruega en Buenos Aires y la asesoría legal del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) permitieron que Titland pudiera volver a viajar para participar de la 11º Conferencia Ministerial de la OMC.
Los encuentros de la sociedad civil se desarrollan en un desértico Centro Cultural Kirchner (CCK) alejado de evento principal que durante la jornada de ayer estuvo concentrado a cuatro cuadras en el Hilton de Puerto Madero. El remodelado edificio del Correo Argentino está controlado por tres fuerzas de seguridad: la Gendarmería se ubica ubica en las inmediaciones, los agentes de la PSA se encargan de las revisiones en los ingresos y la Policía Federal se concentra en el interior en una tarea donde también participan guardias privados. Una lógica similar pero coordinada en el exterior por la Prefectura se observa en el barrio más nuevo de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta allí se trasladaron al mediodía los representantes de las ONG para realizar su protesta.
“La Conferencia Ministerial carece de legitimidad. Las grandes empresas son bienvenidas pero la sociedad civil es excluida. Como sucede con las reglas de la OMC, los países ricos pueden subsidiar los negocios agropecuarios pero los países en desarrollo no pueden apoyar a los pequeños productores”, expresaban a viva voz los activistas nucleados en la red Our World Is Not For Sale (Ownfs) en el lobby del hotel. “No hay problemas. Ojalá siempre fueran así las manifestaciones, igual estamos atentos porque pueden empezar a tirar papeles por todos lados”, indicó uno de los jefes del operativo de seguridad ante la consulta de este diario. Antes de ingresar al lobby las cartulinas de colores donde las ONG escribieron consignas contra las reglas promovidas por la OMC fueron revisadas y fografiadas por la PSA.
“Celebramos la decisión del gobierno argentino y esperamos que haya cada vez más acreditaciones repuestas”, indicaron desde la OMC PáginaI12. El organismo multilateral es un espacio hostil para las ONG pero la construcción de un espacio de discusión para contener sus reclamos es una conquista del organismo multilateral. En esa lógica el aislamiento de la sociedad civil genera malestar entre los directivos de la organización. “Lo que sucede es inédito. Por primera vez en dos décadas de historia de la OMC se restringen las voces críticas a la liberalización comercial”, sostuvo ayer el abogado argentino y miembro de la Coalición Fuera OMC, Javier Echaide. Los esfuerzos de la seguridad argentina para bloquear la llegada de activistas de distintas ONG estuvieron concentrados en Ezeiza y Aeroparque. Quienes estaban en las listas negras pero ingresaron por otros pasos fronterizos fueron bienvenidos con la celeridad habitual por las autoridades competentes. Por eso, algunos representantes de la sociedad civil consideran que el accionar del gobierno argentino es apenas un ensayo aleccionador frente a la serie de eventos que tendrán lugar mientras el país presida el G-20.
Para evitar que dos profesores universitarios de la Rede Brasileira Pela Integração dos Povos (Rebrip), una organización brasileña que figuraba en la lista negra, tuvieran inconvenientes la cancillería de su país los incorporó a la delegación oficial. El Palacio de Itamaraty los inscribió como “expertos no oficiales”. La inscripción en la categoría ad hoc no evitó que los brasileños fueran aleccionados en Aeroparque por las autoridades migratorias. Durante las dos horas que fueron demorados, al abogado especializado en delitos cibernéticos, Renato Leite, y al experto en relaciones internacionales, Lucas Tasquetto, les aseguraban que sus nombres figuraban asociados a alertas de Interpol. Ambos pudieron ingresar definitivamente tras la intervención de la Embajada de Brasil en Buenos Aires.
En la cúpula del CCK los organizadores montaron una sala con capacidad para cien personas donde se puede ver la retransmisión del evento pero desde que se inauguró la conferencia el domingo apenas visitaron ese espacio un puñado de personas. En ese piso, el noveno, también funciona el bar Ambrosía donde un café cuesta 70 pesos, una medialuna 25 pesos y un tostado 120 pesos. Las opciones para almorzar empiezan en 220 pesos por un plato de fideos y llegan hasta 450 pesos por un salmón rosado. El local tiene, sin embargo, más convocatoria que la retransmisión del evento. Además de las ONG, el CCK albergará hoy al Foro Empresarial que tendrá al presidente Mauricio Macri en la sesión de apertura. A las delegaciones extranjeras y los funcionarios locales que participarán del evento se sumarán como oradores media docena de dueños de grandes empresas argentinas como Marcos Galperin de Mercado Libre, Luis Pagani de Arcor y Paolo Rocca de Techint.
@tomaslukin
Fuente: pagina12.com.ar