El integrante del trinomio cegetista visitó la redacción de Ámbito Financiero y dejó definiciones sobre la situación social, el bono navideño y las previsiones económicas para el año que viene.
Periodista: ¿Qué va a pasar con el bono?
Juan Carlos Schmid: El Consejo Directivo aprobó todo lo actuado y se avanzará en consecuencia. En la mesa de negociación se sentaron los seis grupos empresarios más grandes del país y rubricaron el acuerdo. Naturalmente, esto hay que discutirlo sector por sector porque no es un decreto ni una ley, pero en una Argentina acostumbrada a violar la ley y a desoír los decretos, ¿qué es obligatorio? Aquellos que no lo quieran pagar, pero que sus Cámaras Empresarias lo han rubricado van a tener problemas con las comisiones internas porque dieron su aval para esta cuestión. Los sindicatos de las seccionales saben cuál es la situación de cada una de las empresas. Ya se ha llegado a un acuerdo, pero nunca vamos a saber en qué consiste. A lo mejor por debajo o por arriba de esto, o en la forma de pago, pero va a haber un acuerdo.
P.: ¿Piensa que con esto cierran el 2016 y para el 2017 va a ser con la inflación que estima el Gobierno?
J.C.S.: Al inicio de este año el Gobierno planteó una pauta inflacionaria que fue desbordada por la realidad. Ellos dicen que el año que viene va a rondar entre el 17% y el 20% y nuestras estimaciones indican que va a estar no menos que el 25%. Yo creo que todo el mundo se va a mover con prudencia y cautela y no van a cerrar con un número en base a las expectativas del Gobierno.
P.: O sea que van a tener un colchón debido a la incertidumbre. El que cierra en marzo es distinto al que cierra en agosto.
J.C.S.: En los últimos años ha habido adelantos a cuenta del cierre de la negociación final. Me parece que se va a repetir la situación.
P.: De todas maneras, el año se cierra mucho más pacíficamente de lo que pensaban con el Gobierno, algo inédito para un oficialismo no peronista.
J.C.S.: Son distintos contextos. Nosotros a Alfonsín le hicimos un paro a los 10 meses. A De la Rúa a los 3, pero claro, estábamos en la cercanía del derrumbe de la convertibilidad, que no daba para más, y se seguía insistiendo en que había que recorrer un camino que estaba dejando totalmente desnuda a la producción nacional, al empleo. En las dos ocasiones, uno de los actores principales del derrumbe había sido el sindicalismo. Estaban Ubaldini y Moyano. Ahora que busquen a otro culpable. No estoy diciendo que se va a derrumbar, pero de los errores que se cometen, que no hagan hincapié en que es el sindicalismo el que no va a dejar implementar las medidas.
P.: ¿Cómo ve hoy al empresariado argentino?
J.C.S.: Con las mismas mezquindades de siempre. Hay muchos que cuando les piden poner el hombro miran para otro lado. El hombre del trabajo, que vive de un ingreso fijo, no tiene ahorros ni alguna capacidad para tener un margen de poder soportar la crisis. El empresario, en cambio, tiene resto. Si un año deja de recibir la rentabilidad no se va a fundir. Y esto no es porque sean todos malos, sino porque hay una cultura de no comprometerse fuera del país. Si no, ¿Cómo se explica que hay u$s400.000 millones fuera del país? De los argentinos.
El escenario social y político
P.: ¿Ve una situación de conflicto social para fin de año?
J.C.S.: Me tengo que sujetar a lo que ha ocurrido en los últimos años. Diciembre siempre ha sido un mes caliente, ha tenido muchos problemas, particularmente después de 2001 para acá. Siempre ha habido temperaturas altas en diciembre, más allá de que es verano. Yo creo que esto que ha hecho la CGT, más la actuación de algunas áreas de Gobierno, apunta a que este enigma se pueda transitar sin mayores problemas.
P.: ¿Puede ser que haya una presentación judicial del «Momo» Venegas que dice que los cambios que hizo la CGT estuvieron en contra de la ley y que haya un fallo en contra y que el año que viene, por un fallo judicial, se dé vuelta todo?
J.C.S.: Puede ser, pero la judicialización de la práctica sindical no es el mejor camino. Y esto Venegas lo sabe perfectamente. Además, digamos, él y el conjunto de sindicatos que adhieren a esta movida han sido partícipes de otros procesos iguales a los que decimos nosotros. Hay una fundamentación bastante pobre desde el punto de vista político, de por qué no puede haber una unidad. Y me parece que tiene que ver más con el lugar que le tocó en la reunificación que con el planteo político.
P.: ¿Cómo ve el escenario político electoral de cara a 2017 en relación con la participación de las diferentes centrales sindicales?
J.C.S.: Yo espero que la CGT atraviese esa experiencia sin fractura, sin grietas. Se va a tensionar el cuerpo cuando llegue ese momento, pero abrigo la esperanza de que esto no llegue a esa ruptura por esto que te acabo de mencionar. La unificación se ha logrado porque ese momento está dejado. Hemos accionado con algunos matices, pero sin mayores problemas de alineamiento político. Nosotros tenemos que contribuir a que haya también una alternancia política, porque la reacción sindical, el paro, la protesta y nuestra confrontación tiene que tener una síntesis política. En definitiva, hacia dónde se dirige la cuestión social es una de nuestras preocupaciones en el Congreso de la Nación.
P.: ¿Qué representa para ustedes la figura de Cristina de Kirchner?
J.C.S.: Para mí, en lo particular, no representa nada.
P.: ¿Le ve algún futuro político o probabilidad en la elección que viene?
J.C.S.: Las encuestas dicen que tiene una adhesión importante, pero conmigo no va a contar.
P.: ¿Usted cree que el último proceso, sobre todo el último tramo del kirchnerismo, no fue beneficioso para el conjunto de los trabajadores, y en todo caso, para la actividad sindical?
J.C.S.: En mi opinión, en el último tramo, particularmente los últimos tres años fueron un verdadero desastre. Terminaron afectando el rumbo económico con todos los desaguizados que se realizaron en materia económica. Obviamente salpicó al PJ y además, desde el punto de vista de la construcción política, fue un elefante adentro de un bazar.
Fuente: ambito.com