La vicepresidenta Cristina Kirchner volvió a poner en agenda la controversia sobre los planes sociales y la necesidad de que el Estado deje de tercerizar el control en favor de los movimientos sociales.
El lunes pasado, en un acto organizado por la CTA en Avellaneda, la vicepresidenta expuso una nueva crítica a la gestión de Alberto Fernández. “El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”, fue una de las frases que retumbaron en el universo de los movimientos sociales.
«Hay una cuestión clasista de poner a los pobres como si fueran ignorantes, pero los mas humildes también se organizan, trabajan y consiguen derechos», analizó Cesar Garcia, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa.
Hay una idea de clase, los pobres se organizan, luchan, pelean y conquistan.
El último discurso de Cristina Fernández de Kirchner abrió un debate al interior de las organizaciones sociales.
El dirigente, opinó «me gustó en muchos aspectos, principalmente en relación a una idea que nos han metido de que no hay correlación de fuerzas para dar la pelea y que los de abajo podamos protagonizar».
En contrapartida, agregó: «No estoy de acuerdo en embolsar a todas las organizaciones sociales».
Asimismo, señaló que, «queremos marcar un tercer elemento: creemos que hay que ir hacia el pleno empleo. Juan Carlos Alderete, coordinador nacional de la CCC y diputado del FdT, presentó un proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo que generaría un millón y medio de puestos de trabajo, organizaría la vivienda y la tierra», y remarcó, «nosotros creemos que los movimientos como la CCC no tendrían que existir en una Argentina de pleno empleo».
Las organizaciones sociales son parte de la solución.
El planteo que realizó la vicepresidenta para que los movimientos sociales no manejen planes de empleo generó un cimbronazo en las organizaciones. «Es el Ministerio de Desarrollo Social quien tiene la facultad de dar de baja en caso de que una persona no cumpla con las condiciones y contraprestaciones», consideró Cesar Garcia
Ana Natalucci, licenciada en Comunicación Social, dijo que la discusión de CFK está dada para el gobierno y ciertas áreas en las que ella cree que el Estado tiene que intervenir de determinada manera.
«Hay una discusión interesante que no se ha dado sobre cómo se gestiona la política social desde un gobierno que invierte y sigue teniendo, por lo menos, un 40% de la población en pobreza», explicó Natalucci, magister en Ciencias Sociales.
En ese sentido, se remontó a los procesos que llevaron a la Argentina a registrar niveles de trabajo precario por sobre el formal, al tiempo que analizó algunas políticas para revertir esta tendencia.
«Hay una mirada anacrónica del mercado de trabajo, como si se creara pleno empleo y la gente no trabajara. Es Cristina quien habla de que las empresas tienen capacidad ociosa».
«Las organizaciones piqueteras absolvieron su actividad cuando se generó más empleo. Hay que pensar como el Estado ayuda esa generación de empleo. Si uno mira la política social de los tres mandatos kirchneristas es de descentralización de la política social. Me parece que la descentralización de la política social no debiera ofender a nadie».
A partir del año 2003 se desarrollan renovadas experiencias organizativas en el contexto de las políticas de amplia cobertura y el liderazgo político del peronismo kirchnerista. Estas organizaciones populares combinan la promoción comunitaria, la economía social y la militancia política.
Hay un problema social para intentar abordar, necesitamos una política social focalizada y me parece que el gobierno no tiene esa política clara, ni interesante, que apunte a disolver desigualdades.
En ese sentido, señaló que existen un millón trescientos mil programas pero, a la vez, un nivel de pobreza muy elevado, «me parece que el planteo es una explicación que tiene que dar el gobierno».
Antes de finalizar, insistió en repensar la política social tras dos años de pandemia y cuatro de macrismo: «Es un tema urgente porque hay mucha gente que la está pasando mal», cerró.