EL JEFE DE GABINETE EXPUSO EN DIPUTADOS.
FUERTES CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN POR ERRORES ESTIVALES
El funcionario se repartió sablazos con el kirchnerismo, aunque evitó la guerra discursiva con el massismo. Casa Rosada necesita mantener a tribus PJ vivas y divididas de cara a las elecciones.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, expuso ayer en Diputados como exige la Constitución, en un informe de gestión Gobierno englobado por tres parámetros claros: cruzar con firmeza al kirchnerismo en clave electoral; evitar la confrontación con el Frente Renovador como método de ninguneo al serpenteante Sergio Massa; y blindar la postura de Casa Rosada en cuanto a no activar, bajo ningún punto de vista, una paritaria nacional con los docentes, quienes a 1.500 metros realizaban una masiva marcha bañada de política, pero que no se cristalizó en las provincias por el dispar acatamiento al paro de ayer.
Peña comenzó antes del mediodía con una breve exposición y aprovechó para reforzar la defensa oficial ante el virulento sindicalismo docente que inició la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que acompañó Mauricio Macri y que luego continuó el ministro de Educación, Esteban Bullrich. Detrás de ellos reciben, aunque más sutil, el apoyo de gran parte de los gobernadores.
«Son las provincias las que pueden decidir un 0% -de incremento- como hizo Santa Cruz o un 30 o 40% como hicieron otras provincias», señaló Peña, que además recordó que el Gobierno nacional fijó el año pasado un piso para los docentes por encima del salario mínimo, vital y móvil en un 20%.
El funcionario nacional también habló del fracaso que mostraron los resultados de las pruebas Aprender y resaltó el proyecto educativo que impulsa el Gobierno. «Hay que entender que la cultura del paro docente termina fortaleciendo la fuga a la educación privada. Esto está comprobado en los números», sostuvo Peña.
Trifulca
Al momento de las preguntas, el FpV colocó al exministro de Economía K Axel Kicillof como el encargado de fustigar a Peña, a quien acusó de «no ver la realidad», de gobernar «a ciegas» y de «revertir un proceso de crecimiento y transformarlo en caída».
El jefe de Gabinete no tardó en devolver la gentileza. «Es una buena metáfora esa de ‘gobernar a ciegas’. Es buena, porque ustedes destruyeron todos los instrumentos de navegación de la economía: el INDEC, nos dejaron el país en default, una de las economías más cerradas del planeta, la inflación más alta. Háganse cargo, háganse cargo alguna vez, ustedes gobernaron 12 años, nosotros llevamos 15 meses», disparó.
Ninguneo
Desde el Frente Renovador, Graciela Camaño buscó acaparar la atención del funcionario, para no dejar como perla de la jornada el cruce con el kirchnerismo. «Es interesante esta estrategia de plantear ‘nosotros’ y ‘ustedes’, los 30 años de peronismo. Pero se está comiendo la alfombra roja; así que déjense de agarrar caminos fáciles y empiecen a resolver los problemas», aseguró la legisladora. que no tuvo a su lado ayer al ausente Sergio Massa pero que repartió críticas con Felipe Solá.
«No hay una estrategia de polarizar o no polarizar, no planteamos una discusión partidaria. Tenemos que superar las antinomias (…) Solucionemos los problemas juntos y no verseemos más», le pidió Peña, que contó a su lado con el refuerzo de sus vices, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y de la secretaria de Relaciones Parlamentarias de Jefatura de Gabinete, Paula Bertol.
Peña pegó a Solá -que en la Ciudad coquetea con cristinistas- al kirchnerismo para contestarle sobre el denominado «Correo-Gate». «Sobre sus cuestionamientos al tema le recuerdo que en los 12 años de los gobiernos de Néstor y Cristina -de- Kirchner, desde el 2003, nunca se resolvió el tema, incluso cuando usted era parte de ese gobierno».
En cuanto a la consulta del exmandatario bonaerense sobre el decreto que permitió a familiares de funcionarios el ingreso al blanqueo de capitales, el funcionario nacional aseveró que no se violó la Constitución ni la ley, y que la Justicia «no dio la razón» a Solá tras su denuncia sobre esta cuestión.
Para el oficialismo es clave la continuidad de ramificaciones peronistas -o que dicen ser justicialistas- de cara a las elecciones. «Los necesitamos vivos y divididos para que jueguen todos. Los cruces con el kirchnerismo fueron obvios porque sabíamos que venían a pegarnos», reconocieron desde Casa Rosada a Ámbito Financiero. En cambio, con el massismo se intentó quitarle el lugar de protagonismo que busca sin parar y a cualquier costo el zigzagueante líder del Frente Renovador, que aún es necesario para el Gobierno para destrabar leyes en Diputados o en la Legislatura bonaerense.
Durante su exposición, Peña también habló sobre Malvinas -«no vamos a entregar la soberanía»-, los flamantes decretos sobre conflictos de intereses -«no inhibe que el Congreso debata proyectos para reformar la Ley de Ética»-, e invitó a la oposición a discutir «soluciones alternativas» al endeudamiento para poder enfrentar el «déficit fiscal de la Argentina».
Fuente: ambito.com