Se están llevando adelante en este momento las audiencias públicas en las que se debate el aumento de precios en las tarifas de gas a nivel nacional. De la misma participan tanto representantes del Gobierno nacional, las empresas de transporte y distribución del recurso, así como también diferentes organizaciones que trabajan por la defensa de las y los consumidores. En ese sentido, Camuzzi Gas Pampeana, la empresa encargada de la provisión de gas en nuestra ciudad, solicitó un aumento de las tarifas del 421%.
Paula Soldi es la directora del Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS), y participó personalmente de las audiencias. Marcó que «todas las empresas en promedio piden un 500% de aumento, lo que corresponde a una intención de recomponer ganancias excepcionales que no alcanzaron en su período de trabajo, primero quieren acomodar lo que consideran que les faltó. Las empresas no pueden justificar los aumentos que piden en términos de costos e ingresos. Estamos hablando no solo de los aumentos de transporte y distribución, sino en el costo del gas que está dolarizado. Veremos en las próximas facturas el efecto de la devaluación que tuvimos este mes«.
«Cuando hablamos de aumento de tarifas no hablamos solo de lo que percibe el usuario, también se ve reflejado en los precios de otros bienes y servicios. Si al carnicero le cuesta más tener la heladera prendida, repercutirá en el precio de su carne, y así con todos los comercios» Paula Soldi.
En ese sentido, agregó que «no conocemos los verdaderos costos de la energía en nuestro país, ya que están dolarizados. Tendríamos que tender al autoabastecimiento y poder bajar el precio en las tarifas. No puede ser que un país productor de gas este pagando a precio internacional. Hoy los salarios se pagan en pesos y se cobran tarifas en dólares. Aumentos de este estilo, injustos e irracionales, tienden a un sistema insostenible, y los usuarios deberán endeudarse con las empresas y elegir entre pagar el changuito o las facturas. Y recién estamos en meses de calor, hay que pensar que pasará con los consumos en invierno».
En promedio y teniendo en cuenta las expectativas, ¿cuáles serán los costos de las próximas facturas con el aumento ya aplicado? «Hicimos el calculo, y una familia tipo con consumo normal que hoy está pagando una factura de $6.600, pasaría a una de $16.600, sin saber el efecto de la devaluación. Se habla de facturas de más de $30.000, sumado a que las empresas piden aumentos mensuales. Se pierde previsibilidad de lo que un usuario puede llegar a pagar. Este ajuste afectará a todos los tipos de usuarios, fundamentalmente al residencial pero caerá también sobre las PyMEs y los comercios».
En cuanto a plazos, Soldi adelantó que «tienen 30 días, para principios de febrero tendríamos que tener novedades de las facturas. Somos pesimistas porque vemos una clara voluntad política de beneficiar a los grupos empresarios con las medidas tomadas; muchos funcionarios responden a intereses empresarios. Esperamos que la audiencia pública no caiga en saco roto, el Gobierno no puede tomar la decisión final en solitario, debe escuchar la voz de los usuarios. Ayer participamos de la audiencia con más de 70 oradores de diferentes sectores. La audiencia debe significar un espacio de participación ciudadana, y no una mera formalidad de justificar el aumento, que debe ser justo y racional para llevar tranquilidad a los consumidores».
«Con respecto a la garrafa, pedimos que se proteja el derecho a los usuarios que no tienen acceso a gas natural. Tenemos que pensar en que los usuarios puedan solventar condiciones de vivienda digna como defiende nuestra Constitución» Paula Soldi.