La lucha de poder en la AFA sigue dando giros inesperados, casi como si fuera una serie de televisión que muestra los vericuetos de la política. Después de dos días de mucha intensidad, con internas y amenazas de un bando y del otro, las facciones que pugnan por quedarse con el cetro del fútbol argentino dieron el primer paso hacia un acuerdo, aún entre las sombras y a trabajarse.
Según pudo saber ámbito.com, Marcelo Tinelli (vice de San Lorenzo) y Hugo Moyano (presidente de Independiente), los hombres que tienen una cruzada por hacerse con el puesto máximo del fútbol vernáculo, tuvieron este miércoles su primer contacto en meses para lograr un entendimiento y dividirse el fútbol argentino.
En una reunión entre los «cancilleres» de cada líder; Eduardo Spinoza (titular de Banfield) y Hernán Lewin (presidente de Temperley), por el lado del conductor de TV, y Daniel Ferreiro (segundo al mando de Nueva Chicago) junto a la mano derecha del gremialista, Claudio «Chiqui» Tapia, presentaron sus cartas: el reparto de la AFA y la Súper Liga.
El acuerdo entre ambos sectores llevaría a un fin en las diferentes luchas internas, y además dejaría a cada uno un área de interés con sumo poder y fuertes cantidades de dinero bajo su custodia. La reunión tuvo lugar el miércoles por la tarde en Ezeiza durante más de dos horas. La propuesta que cayó con aplomo sobre la mesa, que tendría consenso de ambas partes, es que Tinelli sea el presidente de la Súper Liga y maneje el fútbol de Primera y que Moyano se queden con la AFA para manejar todo el ascenso.
El botín a repartir será la Selección Argentina. Ahí el acuerdo es que Tinelli tendrá la relación con los jugadores, manejará el marketing, los contratos comerciales y los partidos amistosos, hoy en manos de Santa Mónica. Moyano se encargaría de todas las logísticas, desde las fechas de partidos, los pasajes y hospedajes, hasta la relación con los organizadores de los torneos internacionales.
Sellado el pacto, se evitaría la intervención del Gobierno y se llegaría a una distribución de autoridad en el fútbol argentino, algo que no se puede lograr desde la muerte de Julio Grondona y que se acentuó tras las fallidas elecciones de diciembre pasado.
Si bien ambos son antagonistas en la historia de AFA, tanto Tinelli como Moyano buscan conciliar y ceder para que ambos puedan llegar a sus objetivos sin perder definitivamente toda opción, como casi ocurre el lunes pasado cuando varios dirigentes amenazaron con renunciar y dejar acéfalo al organismo de Viamonte 1366.
• Enfrentamiento con el Gobierno.
Tanto Moyano como Tinelli desconfían del juego que intenta hacer el Gobierno. La jugada pretendida era lograr, vía Daniel Angelici, una intervención de la IGJ por 180 días y poner al Presidente de Boca como el máximo referente de la entidad.
Luego de la reunión de Comité Ejecutivo que se realizó el lunes, Angelici tuvo un enfrentamiento con el sector del ascenso, comandado por Tapia, en la que disgustó a propios y extraños por sus agresivas respuestas y amenazas.
Esa situación fue el puntapié inicial para comenzar con las reuniones entre los cancilleres de los dos máximos candidatos, que comenzaron el miércoles.
Esta opción dejaría prácticamente fuera de la decisión al Gobierno y a Angelici muy debilitado ya que Tinelli y Moyano acumulan casi la totalidad de los votos en AFA.
Otro que sufrió un coletazo fue Matías Lammens, que quedó fuera de la reunión. Tuvo una fuerte discusión con Spinoza y la relación con Tinelli no está pasando su mejor momento. Lo acusan de jugar con Angelici a cambio de favores políticos por sobre fuera del fútbol.
Anoche, además, hubo contactos entre Marcos Peña y Tinelli, quienes compartieron una comida.
Fuente: Minutouno