Tras meses de incertidumbre, y luego de que se anuncie que la inversión no se llevaría adelante en Bahía Blanca, el CEO de YPF confirmó que no se realizará el proyecto de construcción de una planta de GNL en la Argentina. La misma hubiese sido de las inversiones más importantes para nuestro país, permitiéndonos exportar gas licuado al mundo. ¿Cuál es la reacción de los distintos actores productivos bahienses a esta noticia?
Pablo Van den Heuvel es secretario general de STIGAS a nivel local, y representante de la Mesa Sindical de Apoyo al proyecto de GNL en Bahía Blanca. En comunicación con Radio Urbana, destacó que «es muy triste para nuestro país porque estamos en una situación económica muy compleja, y este tipo de obras tenían la potencialidad de traer los dólares que tanto necesitamos, además de expandir todo el aparato productivo argentino más allá de en qué lugar se haga. En cuanto al cambio de proyecto por el de los buques regasificadores, nosotros entendemos que siempre es preferible poder exportar el producto manufacturado; no es lo mismo vender el gas natural a granel y que se produzca el GNL en un buque, que hacerlo en una planta acá en nuestro país para luego exportar el GNL ya terminado».
«Tenemos expectativas de que se puedan llevar adelante otros proyectos que hay tienen que ver con las empresas que hoy están en Bahía Blanca, así que seguiremos haciendo fuerza para que continúe el crecimiento no solo de nuestra ciudad sino de la capacidad de exportación de nuestro país» Pablo Van den Heuvel.
En ese sentido, el sindicalista planteó que «era un proyecto que debe pensarse en dos niveles, porque una cosa es el trabajo que genera la planta una vez funcionando, y otra es la realidad totalmente distinta que es todo el proceso de construcción de la planta. Yo estimaba alrededor de unos 5.000 trabajadores en la construcción de la planta y los gasoductos. Después, supongo que una planta de esas características puede requerir alrededor de 200 trabajadores. Más allá de eso, la generación de los puestos de trabajo es el crecimiento de la industria nacional que tanto necesitamos, pensando en ser un país que produzca y que no simplemente exporta la materia prima«.
Pensando en la posibilidad perdida de emplazar esta obra en Bahía Blanca, Van den Heuvel marcó que «se dio una discusión que no se encontraba en un estado de paridad, porque lógicamente las condiciones de nuestra ciudad con Punta Colorada no eran equitativas. Acá tenemos otra infraestructura, tenemos proveedores, etc. Más allá de estas circunstancias, que marcaban una indiscutible ventaja para que la planta se hiciera en Bahía Blanca, empezamos a ver que el proyecto se iba a modificar por decisión del Gobierno Nacional. Todos los sindicatos unidos decidimos hacer una mesa para poder debatir con la política, con todos los dirigentes que sean necesarios para dar nuestra opinión y hacer fuerza para que esto se pueda hacer en Bahía Blanca, siempre con la mirada del crecimiento de la industria nacional».