Secretarios generales de STIGas (Sindicato de Trabajadores de la Industria del Gas) de distintas regiones sacaron un comunicado en conjunto para expresar su preocupación por la negativa de las empresas prestatarias de mejorar los salarios, en un contexto de quita de subsidios a los usuarios. Por ello, han decidido declarar un estado de alerta y asamblea permanente, iniciando un plan de lucha.
Pablo van den Heuvel, secretario general de STIGAS, explicó que «lamentablemente esta no es una situación nueva, porque venimos hace mucho tiempo en discusiones con la empresa, recibiendo promesas hace muchos años. El contexto tiene que ver con una quita de subsidios de parte del Gobierno nacional, que se dio al mismo tiempo que una liberación del valor del servicio para los usuarios. Hoy las empresas tienen un futuro muy auspicioso en términos de rentabilidad, y creemos que es nuestro momento de recibir buenas noticias en cuanto a lo salarial. En años anteriores, la empresa debía hacer esfuerzos para recomponer los salarios, pero hoy es un negocio que está funcionando muy bien. Queremos ser parte de esta ganancia, y queremos jerarquizar los salarios y mejorar las condiciones laborales».
«La empresa viene con excusas sin sentido; dicen que la recomposición salarial está atrasada y que los valores de rentabilidad son menores a los esperados. Son excusas falsas, porque las ganancias están a la vista, y cada vecino lo puede chequear en su factura de gas. Las empresas funcionan como una gran corporación que se junta para definir precios y salarios» Pablo van den Heuvel.
En ese sentido, el dirigente gremial agregó que «este es el comienzo de un plan de lucha. No ha sido fácil para nosotros ponernos de acuerdo con todas las organizaciones sindicales. No es sencillo coordinar acciones, pero nos hemos puesto de acuerdo y lanzamos esta medida en conjunto. Hoy nosotros seguimos trabajando y cumpliendo con nuestras tareas, y en los próximos días llevaremos adelante un plenario para aumentar las medidas en caso de no tener respuestas, siempre de manera conjunta y coordinada con las demás seccionales».
En caso de profundizarse las medidas de fuerza, Van Den Heuvel marcó que «en todo lo que tiene que ver con la industria de gas, se requiere de la operación permanente de los operarios en sus puestos de trabajo. Que los trabajadores no presten servicio presenta un riesgo potencial, porque no se pueden desatender cuestiones operativas o de suministro del recurso. El suministro estará siempre garantizado, y nuestra intención no es llevar una complicación a los usuarios y que sufran problemas en el servicio, pero no podemos descartar las medidas de fuerza ya que evidentemente a la empresa no le interesan sus trabajadores ni sus usuarios».