Por tercera vez en el último año, la empresa Oiltanking es responsable de un derrame de hidrocarburos en nuestro estuario. A diferencia del incidente de enero, en este caso fue la misma empresa la cual dio aviso oficial a la Prefectura Naval, poniendo en marcha el Plan de Contingencias para Derrames de Hidrocarburos en el Agua (PLANACON), suspendiendo de manera provisoria todas sus operaciones.
Pablo Petracci, director de la Estación de Rescate de Fauna Marina ‘Guillermo Indio Fidalgo’, explicó que «la gravedad de este hecho pasa por lo repetitivo de los eventos, y la poca capacidad predictiva para poder anticiparlos. El primer derrame ocurrió en el mismo mes pero del año pasado, que había sido el 26 de diciembre del 2023; después hubieron dos derrames más pero no es OilTanking. La magnitud de este caso en particular no se comunicó, cosa que en el de diciembre pasado sí se pudo cuantificar. Esto se debe a que hubo una tormenta que trajo una importante cantidad de niebla, además del PLANACOM que se activó a la mañana siguiente».
«La trascendencia de esto pasa por que seguimos teniendo estos eventos, y me preocupa pensando en el desarrollo que se viene con Vaca Muerta y todo lo que se va a inaugurar; el puerto de Rosales pasaría a ser el más importante del país en movimiento de hidrocarburos» Pablo Petracci.
Como una reflexión general en términos de desarrollismo y ambientalismo, marcó que «no deberían contraponerse los objetivos productivos con los cuidados ambientales. Es inútil seguir pensando que son ideas enfrentadas o que van por caminos separados, como pasó en 2010/2011 con el proyecto de YPF queriendo avanzar hacia los humedales de Cerri. A pesar de ello, no podemos seguir explotando de manera indiscriminada cuando los países desarrollados del van por el cuidado del medio ambiente. Tenemos urgencias económicas y a veces los argumentos ambientales quedan en segundo plano, pero necesitamos una maduración para entender que van de la mano. Hoy es muy flojo el poder de control del Estado; somos uno de los países más importantes en términos de explotación de estos recursos por Vaca Muerta, y tenemos monoboyas de los años ’70».
En ese sentido, Petracci reflexionó que «la Argentina tiene un abundante marco normativo a la hora de permitir los controles, pero nos terminamos relajando cuando hay que efectivamente llevarlos adelante. Para evitar este tipo de eventos necesitamos más y mejores controles, y para ello necesitamos mejor tecnología. No podemos hablar de monoboyas de los años ’70. Sumado a eso, hay que hacer cumplir las normas de prevención, que son muchísimo más importantes que atender un derrame ya sucedido. Está bien y es importante la mitigación de estos hechos, pero deben ser situaciones accidentales. Hay que ver las causas, qué falla, y qué puede hacer el Estado para que las empresas cumplan con las obras y la prevención».
«El estuario bahiense tiene particularidades oceanográficas que lo hacen muy vulnerable. Los pescadores artesanales dependen del recurso marítimo, y hoy plantean que se ve perjudicado. Su reclamo es muy válido a pesar de que la Justicia a veces no lo tenga en cuenta» Pablo Petracci.