El día de mañana a las 10:30 se llevará adelante en el Puerto de nuestra ciudad la inauguración de un monumento para recordar a las 22 víctimas de la explosión del Elevador Nº 5, tragedia ocurrida en la madrugada del 13 de marzo de 1985. El mismo fue construido por la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) junto con el Consorcio de Gestión del Puerto y empresas privadas.
Pablo Palacio, secretario general de URGARA a nivel nacional, expresó que «están invitadas a la inauguración todas las fuerzas vivas de la ciudad, con la intención de mantener este tema en la memoria y el recuerdo de todos. Hace 40 años venimos homenajeando a las víctimas en las instalaciones de la ex-Junta Nacional de Granos, y luego de recoger la inquietud de familiares y ex trabajadores, el año pasado comenzamos a trabajar en este proyecto para contar con este monumento. Manifiesta la necesidad de mantener viva la memoria de uno de los accidentes laborales más grandes de la historia argentina. Era necesario contar con un espacio específico para que cualquier persona que quiera pueda rendir su homenaje íntimo y no esperar al día del aniversario».
«La tragedia se llevó la vida de 22 trabajadores, algunos de URGARA pero también camioneros, bomberos, miembros de la Junta. Hoy cumplimos con el objetivo de encontrar un lugar para que las familias y ex compañeros que pasaron esa etapa tan difícil tengan su espacio de memoria» Pablo Palacio.
Haciendo memoria de lo ocurrido, Palacio marcó que «el elevador lo explotaba una empresa del Estado que en los 90′ se privatizó. Era el único elevador que había en Bahía Blanca con una capacidad de embarque similar a la que tenemos hoy. Había siete en todo el mundo con esas características y todos tuvieron inconvenientes. Hubo responsabilidad de todos los actores, porque había falta de mantenimiento, exceso de trabajo, de velocidad a embarcar, falta de atención a lo que se hacía; incluso se llegó a hacer asados arriba del elevador. Hubo desidia de la empresa pero también de los trabajadores. No fue una tragedia aún más grande por una cuestión de suerte, por el horario en el cual se produjo a las 00:20 de la madrugada cuando la actividad ya estaba prácticamente terminada y mucha gente se había retirado».