El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, acepta el pedido del fotógrafo. Camina desde su pequeña oficina hasta la sala del consejo directivo. Es una sala grande, con un ventanal todo a lo ancho que ofrece una panorámica del barrio de Constitución. Allí abajo está la calle San José al 1700. Y en derredor una serie de comercios que confirman la influencia que tiene el Sichoca (Sindicato de Choferes de Camiones) en la vida cotidiana de esta parte de la ciudad. Varias tiendas ofrecen en sus vidrieras gorras, remeras y bolsos para botines que portan los logos del gremio o del club de fútbol que compite en el torneo federal «B» de AFA.
El sindicato y su obra social lograron construir una suerte de Estado de Bienestar para los camioneros y sus familias. «Tenemos once sanatorios propios. Más de 30 hoteles, más de 60 campings. Los mejores salarios. Pasamos de 80 o 90 mil afiliados en 1987 (cuando Hugo Moyano ganó el gremio) a 200 mil hoy. Todos los años, en julio, 300 chicos, hijos de afiliados, viajan a Córdoba en avión. Todo gratis. Y ahora tenemos un proyecto nuevo, que es la construcción de viviendas dignas con recursos de los trabajadores», es el balance, orgulloso, que hace Pablo Moyano en un momento de la entrevista.
Toda esa calidad de vida, todo aquello que el sindicato aportó en 30 años, puede encontrarse en riesgo. Así lo creen los camioneros. Y esa es la razón por la que la pantalla LED que funciona en la planta baja del Sichoca advierte, cada dos minutos, en una placa con letras grandes: «Estado de alerta y movilización. En defensa del convenio colectivo». El hijo mayor del artífice de todo eso es Pablo Moyano. Que también es el secretario gremial de la CGT y vicepresidente del PJ bonaerense. Cuando terminan las fotos, Pablo se dispone a la charla sin eludir ningún tema. Ratifica que la marcha convocada por Camioneros y por la CGT se realizará el jueves 22 de febrero. E incluirá un homenaje a las víctimas del accidente de Once. «Estamos haciendo todos los permisos para que nos habiliten 9 de Julio y Belgrano. Un lugar histórico del peronismo. Y el orador va a ser uno solo: Hugo Moyano», dice.
–El miércoles dijo que la marcha del 22 de febrero va a ser la movilización más grande de Camioneros de los últimos tiempos. ¿En base a qué tanta confianza?
–La confianza es por el acompañamiento permanente que ha tenido esta organización gremial por parte de los trabajadores. Van a venir de todo el país. Y vamos a convocar a más de 100 mil trabajadores camioneros.
–¿Sólo Camioneros va a movilizar 100 mil personas?.
–Sí. Porque es propiamente un reclamo de Camioneros. El ataque constante del gobierno para tratar de modificar el convenio colectivo de trabajo. Y por no haber accedido las empresas (del transporte), por presión del ministro de Trabajo, a dar a los trabajadores el bono (de fin de año). Un bono de 10 mil pesos, como lo veníamos cobrando desde hace ocho años. Y por ponerle límite a las paritarias en el 15 por ciento. Es una locura que el gobierno ataque a los dirigentes gremiales para aprovecharse de los trabajadores. Aunque esto ya sobrepasó la marcha nuestra. Se van a sumar muchísimos sectores. Trabajadores ocupados y desocupados. Movimientos sociales. El miércoles se adhirieron las dos CTA. Y recordemos que en el Consejo Directivo de la CGT, de 35 miembros, participamos 27: amplia mayoría de quórum. Que también adhirieron a la movilización. Todos van a coincidir el 22, en rechazo a esta política económica que está perjudicando a millones.
–Camioneros tiene peso en el movimiento obrero y sus afiliados cumplen con una función estratégica para la actividad económica:
-(Interrumpe)…. Tenemos 19 ramas. Por eso el ataque a nuestra organización gremial. Muchos gremios y muchos trabajadores toman como referencia a Camioneros. Es obvio por qué quieren quebrar a Moyano y a nuestra organización. Van por Camioneros, y si tienen éxito van luego por los convenios colectivos de todas las organizaciones gremiales del país.
–¿Cree que una parte de la sociedad esperaba que un gremio con este peso estratégico se pusiera al frente de la resistencia a las políticas del macrismo?
–Yo creo que sí. Que alguien agarrara la bandera. Hugo tiene mucha más experiencia y lo dice. La necesidad de que un gremio o un dirigente encabece esta pelea que tenemos con el gobierno. Porque está aumentando todo. Se ve todos los días: los impuestos, las tarifas, el transporte, el techo a las paritarias. Los cierres de empresas. El miércoles estuvimos con el INTI. Con los compañeros de Azul, donde cerraron la empresa Fanazul. También los petroleros del sur, y los compañeros de Luz y Fuerza, denunciaron una cantidad impresionante de despidos. Esta movilización llega en el momento justo. Crece la cantidad de despidos, el ajuste, pero va a haber reacción de los trabajadores.
–Al inicio del gobierno, Hugo Moyano realizó declaraciones elogiosas sobre Macri. Triaca dijo que su hermano, el abogado Hugo, había participado en la redacción de la reforma laboral. Y el 29 de noviembre, en la marcha de la Corriente Federal, usted hizo un discurso corto, pero Camioneros no había movilizado a tanta gente. ¿Qué cambió?
–Si me acuerdo de todo lo que me preguntaste te voy respondiendo (ríe).
–Bueno, sinteticemos.
–Cuando Macri fue jefe de Gobierno se logró que 8000 trabajadores de la recolección pasaran de una empresa a otra (se refiere a que los trabajadores de la ex Manliba, del grupo Socma, que hacía la recolección de residuos en la CABA. NdR). Camioneros es el único gremio que hace pagar las indemnizaciones cuando pasan de una empresa a otra, cuando se termina el contrato de licitación. Es el único gremio que hace cobrar ese capital del trabajador, que es su antigüedad. Por eso el acompañamiento y la masividad de trabajadores que van a venir el 22 de febrero. Porque ningún gremio, y eso resaltalo en la entrevista, pelea para que los trabajadores cobren su antigüedad y sigan trabajando en el mismo lugar con otra remera, con otro nombre de empresa. Esa es la relación de Hugo con Macri. La relación de una institución, como Camioneros, con el jefe de Gobierno, sea el que sea.
–Triaca dijo que su hermano Hugo, el abogado, participó en la redacción de la reforma laboral.
–Mentira, mentira. El tema es así. En la CGT hay tres sectores: el sector de (Luis) Barrionuevo, el sector de Hugo y el sector de (Héctor) Daer. Cuando se empieza a hablar del proyecto de reforma laboral, ¿qué hicieron? Trajeron el proyecto y cada abogado de cada gremio lo estudió. Fuimos los primeros en rechazarlo. Y a la marcha del 29 de noviembre fuimos casi 5000 camioneros, en la que yo hablé desde el palco y me opuse a la Reforma Laboral. Ahí empieza todo el ataque del gobierno a través de los empresarios (del transporte). Es corta. El tema es poner la carita, no tanto lo que uno dice.
–Ese día citó al Papa Francisco.
–Sí. Tenemos muy buena relación. Casualmente yo el 8 de noviembre había estado en el Vaticano. Todo comenzó cuando un trabajador de la recolección estaba laburando, atrás del camión, viene un tipo medio en pedo y choca el camión. El trabajador perdió las dos piernas. Tiene 33 años. En la Legislatura, a través de Gustavo Vera, se declara el día del accidente, 22 de marzo, día del trabajador recolector de residuos. Y se hizo la gestión para que el trabajador pudiera conocer al Papa Francisco. Y fuimos a Roma y lo recibió el Papa. Ahí fue cuando en un momento le dije que íbamos a pelear contra la Reforma Laboral. Éramos 30 delegados, trabajadores, los más activos. Y estuvimos dos horas comiendo dentro del Vaticano. Eso les dolió. A los 20 días se hacía un encuentro mundial de dirigentes, al que fueron muchos dirigentes sindicales de Argentina, y Francisco no los recibió. Ahí empieza todo.
–Algunos diarios vienen publicando notas sobre las empresas proveedoras de Camioneros que estarían vinculadas a los hijos de la esposa de Hugo, o sobre declaraciones del jefe de la barra de Independiente Pablo «Bebote» Álvarez. Clarín y La Nación dicen que la marcha del 22 de febrero es en defensa propia, que tiene motivaciones judiciales.
–Eso es faltarle el respeto a muchísimas organizaciones gremiales y sociales que van a adherir a la movilización. Es una boludez que no tiene sentido. O a los 27 dirigentes que el miércoles pusieron lo que tenían que poner (en el Consejo Directivo de la CGT) y apoyaron la marcha para respaldar los reclamos. Porque los reclamos son los mismos que tiene la CGT desde que asumió el triunvirato: un aumento a los jubilados, no a la Reforma Laboral, no al tope en las paritarias, que tienen que ser libres; no a los despidos. Clarín hace una semana que nos viene pegando. Pero nos tiene sin cuidado. Y a los que no participan ya los conocemos. Siempre fueron los mismos. Son los mismos los que entregan y somos los mismos los que estamos en la calle. El que no participe que les rinda cuentas a sus trabajadores. Con nuestras virtudes y con nuestros defectos, nosotros siempre hemos estado del lado de los laburantes. Recordemos el segundo gobierno de Cristina. Ella asume el 10 de diciembre y el 15 de diciembre, en su momento de pleno poder, con el 54% de los votos, nosotros metimos 60 mil camioneros en el estadio de Huracán y Hugo renuncia al Partido Justicialista y se abre del gobierno de Cristina. Ya no era la misma relación, y no le estaba dando respuestas a los reclamos de la CGT.
–El mito dice que para esa elección Hugo quería que el segundo de la fórmula fuera Héctor Recalde.
–No. Eso es verso. Lo que quiero decir es que por más poder que haya enfrente nosotros no nos arrodillamos. Y, ahora, por más ataques que nos estén haciendo todos los días, a través de Clarín y de La Nación, TN y de todos esos personajes, no nos van a arrodillar. Estamos de un solo lado: de los laburantes. Porque en el medio están las conquistas que nos quieren sacar.
–Macri dice que hay que bajar el costo de la logística. ¿Es el trasfondo de este conflicto?
–Claro. Achicar. Modificar el convenio. No pagar los bonos. No pagar indemnizaciones. Quieren un país del primer mundo pero con trabajadores precarizados.
–Hasta ahora a los planes de ajuste del macrismo no se los pudo frenar demasiado, salvo pocas excepciones. ¿A la Reforma Laboral se la va a poder frenar?
–Va a haber un antes y un después de la movilización del 22 de febrero. Será multitudinaria.
–Ya hubo movilizaciones multitudinarias y la cosa mucho no cambió.
–Bueno, se frenó la Reforma Laboral. Ah, mier…, te olvidás vos. ¡Yo la freno! ¿Por qué te creés que me atacan a mí? ¿Por qué te creés que atacan a Camioneros? Por nosotros. Si yo no hubiera ido ese día (se refiere a la marcha de la Corriente Federal de los Trabajadores del 29 de noviembre) no hubiera pasado nada. Hubiera tenido una carga de conciencia para toda mi vida. Eso de que no modificó nada no es así.
–Los diarios sacaron una conclusión del último Consejo Directivo de la CGT: que se fracturó. porque no asistió Héctor Daer. ¿Es una ruptura definitiva?
–Estuvimos 27 del Consejo Directivo.
–Usted es muy frontal, visceral. En la familia Moyano parecen tener los roles bastante asignados.
–¿Qué es visceral? ¿Es bueno o malo?
–Visceral es alguien que va al frente y que si se enoja no lo disimula.
–¿Estás seguro? Ahora me fijo a ver si es verdad (ríe). Uno tiene una forma de ser.
–En el ambiente sindical se dice que algunos dirigentes lo respetan mucho a Hugo pero que no tienen tanto consenso en torno a usted.
–Que les pregunten a los trabajadores de su gremio a ver qué piensan de mí. Lo que piensa un dirigente me tiene sin cuidado. Me importa qué piensan los laburantes. Vos observá cuántos trabajadores de otras organizaciones llevan la remera de su gremio o una gorrita. Y fijate cuántos trabajadores de nuestro gremio que laburan están siempre con un chaleco, con la remera. Eso refleja el sentido de pertenencia a un gremio que dio todo para que hoy vivan con dignidad. Después, los dirigentes, si los que me critican son los que están hace 30 años y que firmaron la Reforma Laboral con Menem, con De la Rúa, entonces bienvenidas las críticas. «Hay críticas que honran», decía el General Perón.
–Hace un rato dijo que se tuvieron que pelear con Cristina lo porque consideraban que ella se estaba distanciando de los intereses de los trabajadores…
–No, ellos se pelearon con nosotros. Y creo que fue un error.
–Desde el moyanismo suelen criticar por igual a los gobiernos de Cristina y de Macri. ¿El gobierno de Cristina y el gobierno de Macri afectaron de la misma manera a los trabajadores?
-Noo. ¡Pero por supuesto que no! No vas a comparar. Más allá de las diferencias que hemos tenido con el gobierno de Cristina, no había despidos. Y todo lo que está pasando ahora. Los aumentos indiscriminados. A la gente humilde se le dio un montón de beneficios. Que les llegaban a los que menos tenían. ¿Cómo vas a comparar a un gobierno con otro? ¿En dos años cuántos despidos hubo? Por supuesto que hay una diferencia abismal de un gobierno a otro. Este es un gobierno liberal, de empresarios, de CEOs, que no da respuesta a los trabajadores.
–La pelea entre Cristina y Hugo, ¿le hizo daño al peronismo? Más allá de los responsables.
–Y, si no hubiera acontecido esa pelea, creo que el peronismo podría haber seguido en el gobierno. Yo he hablado con muchos dirigentes kirchneristas y ellos también reconocen que fue un error.
Fuente: tiempoar.com.ar