El periodista y licenciado en Ciencia Política, Pablo Méndez Shiff, analiza el discurso anticuarentena y la nueva derecha en televisión de aire. «En el campo progresista hay una actitud por un lado desprecia la TV y, por otro lado habla de ella. Después se indignan como si fuera un deporte cotidiano» y hace hincapié en que «hay que hablar ese lenguaje y no entregarles ese espacio. Estamos demasiado solemnes todo el tiempo y le entregamos la batalla las Vivianas Canosa, etc.»
La escena de Viviana Canosa tomando en vivo CDS fue hace una semana, duró 14 segundos pero todavía genera debate. ¿Busca rating, seguidores o ser la voz de la nueva derecha en la TV abierta? Así comienza el ensayo publicado en Revista Anfibia por Pablo Méndez Shiff que analiza el discurso anticuarentena en televisión de aire, esa industria que sigue siendo un espacio de la esfera pública y de la operación política.
«Que haya discursos tan extremistas en TV abierta con este lenguaje televisivo pop, canchero, que no grita y disimuladamente mete estos temas y es novedoso» y que «a veces en los programas ‘serios’ hay mas operaciones que contenido «, explica.
En ese sentido, se pregunta «¿Acaso Intrusos es menos serio que programas en los que periodistas de saco y corbata se desdicen sobre cuestiones importantes de salud pública en transcurso del mismo programa?»
La nueva postura de Canosa logra que el discurso anti cuarentena llegue a un lugar distinto del mainstream. Si los gritos de infectadura ya pisaron las plazas, ahora desembarcan en las tan temidas aguas de la tele abierta. Si Baby Etchecopar articula un discurso del odio en la radio, si Eduardo Feinmann hace lo propio en el cable y Agustín Laje en las redes sociales, Viviana Canosa quiere ocupar ese lugar en el territorio que más conoce.
«Es más difícil desmentir algo con evidencia científica que difundir una mentira divertida »
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