«La situación hospitalaria del Hospital Privado del Sur es muy preocupante», dijo el director del Hospital Privado del Sur, Oscar Arias, con quien hablamos a casi diez meses del inicio de las medidas de aislamiento por la pandemia de COVID-19.
Arias se refirió a la situación que atraviesa la ciudad, en medio de una tendencia en aumento de contagios.
Además, puso especial atención en sostener y evitar el colapso del sistema sanitario, especialmente en cuanto a la disponibilidad de camas de cuidados intensivos para los casos que lo requieran.
Hoy la ocupación en Terapia Intensiva es de un 60% y en sector clínico de aislamiento respiratorio de un 40-50%.
En este sentido, el especialista explicó: «Llevamos 10 meses de alerta constante, personal y médicos casi sin descanso en ese lapso, 71 compañeros han enfermado y lamentamos el fallecimiento de un colega, los costos de equipos de protección personal, insumos hospitalarios, aparatología y medicamentos han sufrido aumentos muy superiores a la inflación, los ingresos han disminuido por baja promedio de altas hospitalarias de un 40%».
«Las estadísticas no fallan, si hay mas casos habrá mas pacientes que requieran internación para oxigenoterapia y demás tratamientos y de ellos un porcentaje entrará en asistencia respiratoria mecánica con alto índice de mortalidad. Esto ya lo vivimos», mencionó.
Sin embargo, Arias remarcó que la vacuna es una «gran esperanza, ojalá en estos 2-4 meses de calor se pueda inmunizar la mayor cantidad de gente posible».
Frente a la restricción de la circulación nocturna dispuesta por el gobierno provincial, el director del Hospital Privado del Sur manifestó sus dudas en cuanto a su efectividad dado que, «el ejemplo debió venir desde arriba y ello no ha ocurrido. Al virus no se lo para con vallas, con horarios ni con decretos. Se lo para yendo a buscarlo y ello se realizó en algún momento pero duró poco, se lo para con trabajo genuino y no con desocupación».
«Estamos viviendo un rebrote porque nunca dejó de haber casos», advirtió.
Por otra parte, opinó sobre las fiestas clandestinas y sostuvo que «me parece que se le debería dar mucha trascendencia periodística, parece una propaganda subliminal, lo clandestino o prohibido ejerce un poder de atracción. Deberían cumplir con las normas de autorización y el debido control por parte de las autoridades».
Con respecto a las dudas que cierto sector político intenta instalar sobre la primera vacuna a la cual ha accedido nuestro país, la Sputnik V, expresó: «Confío plenamente en los profesionales que desarrollan las vacunas en todo el mundo. Más allá de posturas ideológicas o científicas de quienes opinen lo contrario y que respeto, creo que tratándose de funcionarios públicos deberían cuidarse de este tipo de declaraciones a mi entender no afortunadas».