Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Sur desarrolló un experimento internacional en uno de los laboratorios más complejos y exclusivos del mundo. Hablamos con el doctor en Física y parte del proyecto, Nicolás García: «Lo que tiene de original nuestro trabajo es que somos de los primeros que usamos dióxido de carbono supercrítico para inducir esta transición de fase, pero no podíamos ver mientras la transición ocurría».
Cada cinco meses más de 1000 proyectos de todo el mundo “compiten” para realizar allí experimentos en la línea de Materia Blanda (ID10) del ESRF utilizando una luz con una energía de 6 gigaelectronvoltios (GeV), pero sólo entre 50 y 60 son aceptados. En marzo de este año se aprobó el uso a uno de investigadores del Instituto de Física del Sur (IFISUR) dependiente de la UNS y el CONICET.
“El uso de este equipo permitió seguir la transición en tiempo real con equipos de rayos X con la potencia necesaria. Ningún equipo de laboratorio en Latinoamérica tiene la potencia suficiente para atravesar la densa atmósfera de dióxido de carbono supercrítico y obtener información fiable de lo que ocurre con la muestra. Por eso fuimos a un sincrotrón, que es este laboratorios gigante donde se aceleran partículas y se producen rayos X de muy buena energía, con mucho ‘brillo’, capaces de proveer la información que buscamos para seguir la transición de fases en tiempo real”, agrega.
Según detalla el investigador, la información científica que van a obtener va a ser clave para hacer un modelado y terminar de entender la transición de fase midiéndola de forma continua, no segmentada. “Si uno entiende lo que pasa, después puede controlarlo y determinar cuestiones relacionadas con las aplicabilidades tecnológicas del copolímero”