La científica del CONICET, Natalia Rubinstein propuso una campaña de prevención para el coronavirus que se basa en medir en el nivel de dióxido de Carbono (CO2) y mejorar la ventilación. “El virus queda suspendido en el aire en forma de aerosol, que salen de la boca cuando hablamos. Esto provoca contagios en espacios mal ventilados, y mucho menos en espacios abiertos, declaró Rubinstein.
La científica remarcó que la capacidad del espacio y la cantidad de personas tienen que ver con la ventilación: “A veces abrir las ventanas y las puertas no alcanza. Es necesario medir el CO2, que es un gas que atraviesa el barbijo y sale cuando respiramos. Al aire libre se miden 400 partes por millón de co2. Para estar en un espacio ventilado no debemos superar las 700 partes por millón. Para eso debemos poner un medidor en el espacio central y nos va a dar una idea de la ventilación. A favor de esto, cada vez pesa más la relevancia científica de cuidarnos de los aerosoles y cada vez menos la de contagiarnos por superficies».
l virus queda suspendido en el aire en forma de aerosol, que salen de la boca cuando hablamos. Esto provoca contagios en espacios mal ventilados, y mucho menos en espacios abiertos».
Por último, Rubinstein explicó que hay que abrir la mayor cantidad de aberturas, tener entrada y salida para circular: “Si el día está ventoso no hace falta abrir todo de par en par. Si el día está tranquilo conviene abrir todo al máximo».