VOLANTAZO TRAS AMARGA PARITARIA 2016, CON SUBA DEL MÍNIMO DEL 40,3%. FUERTE MALESTAR GREMIAL
Bullrich confirmó que round con sindicatos federales se reducirá a “cuestiones laborales”. Estrategia recoge pedido de algunos gobernadores, que recuperan potestad total. Pero preocupa a otros.
En un fuerte giro en el mecanismo de la paritaria federal, el Gobierno de Mauricio Macri confirmó que no negociará en 2017 la suba del piso salarial de los maestros a nivel país con los gremios docentes con representación nacional, y dejará la pulseada completa a cada uno de los gobernadores.
La decisión -apoyada en la vigencia desde este año de una cláusula gatillo que incrementa automáticamente ese piso un 20% por encima del salario mínimo, vital y móvil- desató el malestar de los sindicatos, que amenazaron con conflictividad en el inicio de clases del 6 de marzo. Y divide las opiniones entre los mandatarios.
«Nosotros vamos a trabajar las condiciones laborales, el salario lo negociarán las provincias», aseguró el ministro de Educación nacional Esteban Bullrich, además de remarcar que las provincias «fijan el aumento de acuerdo a cada realidad fiscal y costos locales».
Todavía resuenan los ecos de la suba del 40,3% del mínimo de febrero, que los sindicatos celebraron pero que generó un duro efecto cascada en las discusiones de sueldo de los gobernadores con los maestros, y un dolor de cabeza para Macri, sumergido por entonces en su defensa de la estimación de inflación anual del 25%.
En noviembre, el neuquino Omar Gutiérrez blanqueó la pretensión de varias provincias. «Planteamos que el año que viene la primera discusión salarial que se presenta, la de los docentes, se dé a través de quienes son los empleadores, los mandatarios», dijo.
Pero la mirada no es compartida por provincias que abonan el mínimo. «La paritaria marca una tendencia y ahora el riesgo es que algún distrito se desmarque con una suba importante y nos complique», explicaron a este diario.
La oficialización del cambio de estrategia nacional disparó ayer fuerte malestar entre los sindicatos, que se declararon en «alerta y movilización» e hicieron responsable a Bullrich «en caso de que el ciclo lectivo 2017 no comience en tiempo y forma debido a su negativa a negociar salarios».
«No sólo está desconociendo los acuerdos paritarios que ha firmado, sino que también demuestra un claro desconocimiento del sistema educativo, de su funcionamiento y de las leyes», dispararon CTERA, UDA, SADOP y CEA.
«Es una clara provocación, en momentos en los que los docentes estamos solicitando la reapertura de la discusión salarial para recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores», enfatizaron.
En medio de planteos de subas del piso de al menos entre el 35% y el 40%, desde los gremios ven con preocupación el aumento del 18% en 4 tramos ofertado por la bonaerense María Eugenia Vidal a los estatales, con actualización automática por inflación, que se replicaría en otros gremios y en otras provincias.
Por de pronto, el secretario general de UDA, Sergio Romero, advirtió ayer que van a «resistir fuertemente» la decisión de Nación. «Estamos volviendo a los noventa y se está fraccionado aún más el sistema educativo», dijo.
En Educación se apoyan en la vigencia de la cláusula gatillo del 20%. «Recibimos el salario mínimo docente en 5.600 pesos y hoy está 9072 pesos», recordó Bullrich.
Entienden en el Palacio Sarmiento que la incorporación de esa cláusula vino a reemplazar la pulseada entre Nación y los sindicatos que durante los últimos febreros definió el porcentaje de aumento del piso salarial.
Pero los gremialistas aseguran que el incremento automático del 20% fue definido sólo para evitar que los sueldos de los maestros queden por debajo del mínimo, vital y móvil. «Nunca fue un condicionamiento para la mejora salarial», dijo uno de los dirigentes.
Ayer Bullrich encabezó un encuentro del Consejo Federal de Educación en la CABA, que concluirá hoy. La agenda incluye el Plan Secundaria 2030 y los resultados de las pruebas PISA, aunque será inevitable, al menos extraoficialmente, la evaluación de los nuevos desafíos salariales.
Fuente: ambito.com