La movilización se hará el día de su tratamiento en el Senado. Ecléctica alianza del camionero con el kirchnerismo para resguardarse.
La reforma laboral que impulsa el Gobierno agilizó la formación de un bloque sindical opositor que se movilizará la semana que viene al Congreso en contra del proyecto, el día de su tratamiento en el Senado. Como principales referentes figuran el camionero Pablo Moyano, secretario gremial de la CGT, y el bancario Sergio Palazzo, que ayer acordaron pautar acciones de protesta junto con las dos CTA y otras expresiones sindicales, políticas y sociales disidentes. Se trata, para sus organizadores, de una suerte de reedición del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) que en los ’90 catapultó a Hugo Moyano como referente del gremialismo opositor a Carlos Menem, con la salvedad de que por ahora el líder sindical permanece sin mostrarse.
El acuerdo quedó plasmado en un documento que ayer convalidaron los dirigentes tras una reunión en un camping en Luján bajo la denominación de «Encuentro Militante por la Soberanía Nacional y Popular». El eje era la Corriente Federal sindical, con Palazzo como principal figura. Moyano asistió como invitado y concentró la atención: durante el fin de semana había anunciado su intención de motorizar protestas contra la reforma laboral y el domingo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, le contestó que tanto su padre, Hugo, como uno de sus hermanos, Hugo Antonio, habían formado parte de las negociaciones por ese proyecto de ley.
Incluso después del encuentro de ayer persistían las dudas sobre el real alcance del espacio opositor y el involucramiento de los Moyano. Cerca del líder de la familia reconocieron que estuvo al tanto de todas las tratativas entre el Gobierno y la CGT por la reforma laboral, y que incluso su hijo abogado, en línea con lo que declaró Triaca, tuvo incidencia en el texto final al modificar un artículo que consagra la tercerización en varias actividades. Sin embargo, también es habitual que Pablo sostenga actitudes rupturistas incluso en momentos en que su padre mantiene conversaciones más reservadas con el Gobierno en general y con Mauricio Macri en particular.
En ese contexto de ambigüedad calculada, los principales colaboradores de Moyano reconocen que sus posiciones dependen de muchos factores más que el mero resultado del debate parlamentario sobre la normativa laboral. Por caso permanece irresuelta la crisis en la empresa postal OCA, la principal dadora de trabajo para el gremio de Camioneros en el sector privado.
También sobrevuela en el ámbito gremial la inquietud por una eventual aceleración de causas judiciales con origen en el fuero federal como las que en el primer semestre del año desembocaron en oleadas de allanamientos que golpearon tanto a Moyano como a Luis Barrionuevo y al triunviro de CGT Carlos Acuña, entre otros. En este aspecto fue sintomático que días atrás Pablo Moyano dijera que «sería un honor» terminar preso en la gestión de Macri.
El nuevo escenario comenzó a perfilar una alianza ecléctica. Junto a Moyano y Palazzo, que durante el año construyeron un entendimiento que amagaba con posicionar al bancario como posible líder de una nueva versión de la CGT, aparecen dirigentes sindicales y políticos ligados al kirchnerismo. De hecho tres de los gremialistas que participaron ayer del encuentro fueron electos diputados por Unidad Ciudadana: Hugo Yasky, líder de una de las fracciones de la CTA, Vanesa Siley (judiciales de Sitraju) y el curtidor Walter Correa, ambos de la Corriente Federal. También estuvo ayer Jorge Taiana, excandidato a senador en la fórmula que encabezó Cristina de Kirchner.
Además estuvieron Horacio Ghilini, de los docentes privados de SADOP y uno de los referentes del MTA de los ’90; Héctor Amichetti (de la Federación Gráfica Bonaerense); Pablo Biró (Asociación de Pilotos, APLA), y Víctor Carricarte, jefe del gremio de empleados de farmacias y anfitrión del encuentro.
Para el frente que impulsan los disidentes se prevé la adhesión de buena parte de los sindicatos aeronáuticos que mantienen un extenso conflicto con el Gobierno y los directivos de Aerolíneas Argentinas y Austral por una paritaria sin resolver, así como organizaciones sociales y de cooperativistas con las que el hijo de Moyano mantuvo una reunión días atrás, y filiales sindicales del interior del país que el propio dirigente camionero se encargó de recorrer durante el año.
«Tal como lo anticipó, tras las elecciones de octubre el presidente (Mauricio) Macri promueve reformas regresivas (‘permanentes’, las denomina) en materia tributaria, previsional y laboral, que integran una nueva etapa del ajuste que emprendiera en diciembre de 2015», señala el documento final. Y agrega sobre la negociación con la CGT que «para hacerlo, junto con todo tipo de presiones desplegó un diálogo formal pero oscuro».
Fuente: ambito.com