Matías Armanasco estudiante de ingeniería electrónica en la UNS

Un alumno y dos graduados del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras de la UNS formaron parte del equipo ganador del desafío “Moon Rover” en la competencia internacional “Open Space”. Matías Armanasco, estudiante de ingeniería electrónica, y los ingenieros electrónicos Pedro Querejeta Simbeni y Joaquín Cuchan -junto a 18 jóvenes de Argentina y Cuba- integraron el equipo SpaceBee y desarrollaron el proyecto de un rover lunar denominado “RoverTito”. El objetivo de esta contienda es motivar a jóvenes menores de 25 años a insertarse en la industria aeroespacial.

Hablamos con Matías Armanasco, estudiante de ingeniería electrónica en la Universidad Nacional del Sur (UNS): «La pandemia hizo populares varias herramientas de trabajo virtual y nos ayudó a organizarnos, porque el desafío de la distancia estaba igual, entonces había que trabajar remoto».

RoverTito tiene aproximadamente 20 x 30 cm y pesa menos de 2 kilos, cuenta con un diseño modular, compacto y ultra low-cost que le permite adaptarse a distintos ambientes y terrenos. Su misión es buscar reservorios de agua en estado sólido y tubos de lava mediante técnicas geofísicas, que le permitan a la humanidad desarrollarse en otros cuerpos celestes.

Además, el concurso tenía requisitos en los sistemas de comunicación LoRa y WiFi que le permiten comunicarse con otros rovers formando un “enjambre” y trabajar en red, y con el “lander”, que es el vehículo que aterrizará en la luna. Sus componentes electrónicos son, en mayor medida, elementos que se consiguen comercialmente en cualquier comercio, lo que permite abaratar costos. Además, tiene la posibilidad de ser telecomandado a distancia o de ser autónomo, utilizando técnicas de SLAM, path planning y deep learning.

Al haber ganado la competencia, el equipo tiene la posibilidad de seguir desarrollando su rover con apoyo tanto de Open Space como de sus patrocinadores, entre los que destaca INVAP, Skyloom, Satellogic, Globant, Amazon Web Service, entre otros, para lograr conseguir los medios y hacer que RoverTito llegue a la Luna entre 2024 y 2025.

Los integrantes del equipo aportaron sus conocimientos en temas de mecánica, electrónica, geología y estructuras lunares, diseño gráfico y animaciones, estudios de factibilidad, alimentación y potencia, y otros temas. “Después de meses de trabajo, esfuerzo y adversidades, logramos cumplir nuestro gran sueño y resultamos ganadores. No nos queda más que agradecer a INVAP, la CNEA y el Instituto Balseiro, además de a todas las nuestras universidades, por toda la ayuda que nos brindaron. Vamos a seguir por este camino para lograr que RoverTito llegue a la luna”, destacaron sus creadores.

 

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