A pesar de contar con un presupuesto por habitante en términos absolutos similar al de Madrid, una sexta parte de los vecinos porteños sufre graves problemas habitacionales. De esas 500 mil personas, 275 mil duermen en asentamientos precarios y villas miseria. Las cifras resultan aún más sorprendentes en oposición a las 375 mil viviendas que figuran como desocupadas en los registros capitalinos.
Desde su asunción en 2007, el alcalde Mauricio Macri, subejecutó sistemáticamente el 25% de los $ 2.462.732.230 que la Ciudad había previsto para hacer frente al déficit habitacional, según un informe de Nuevo Encuentro.
La crisis tuvo su momento más delicado durante la toma de tierras en el Parque Indoamericano de Villa Soldati, saldada con tres muertos bajo las balas de las policías Federal y Metropolitana. A esa toma le siguieron otras, como la de barrio Papa Francisco, también desalojado hace más de un año. A pesar de que la justicia obligó al gobierno porteño a sanear sus suelos y construir viviendas sociales, las obras aún no comenzaron.
En cambio, la administración PRO lanzó varios planes como «Alquilar se puede» y «Primera Casa».
«Alquilar se puede» fue presentado en febrero por el gobierno porteño y gestionado por el Instituto de la Vivienda (IVC) y el Banco Ciudad. En la primera mitad del año, benefició a apenas ocho porteños de los más de 15 mil anotados para conseguirlo. El programa otorga préstamos y garantías bancarias para financiar los gastos que deben afrontar los inquilinos para alquilar y la Asociación Inquilinos Agrupados lo señaló entrevistados por Tiempo Argentino como «insólito, electoralista y marketinero».
Para ese colectivo, el plan «se basa en una garantía bancaria que ninguna inmobiliaria acepta y un préstamo que sólo sirve para que los inquilinos se endeuden y paguen la ilegalidad de los dos meses de comisión».
En abril de 2015, el propio gobierno porteño admitió el fracaso del plan «Primera Casa». El presidente del Ciudad, Rogelio Frigerio, aseguró que ese programa otorgó «40, 50 créditos por mes, muy poquitos». Si se lo compara con los 4117 beneficios mensuales otorgados por el plan Pro.Cre.Ar, la Nación entregó 55 veces más créditos que la Ciudad para posibilitar el acceso a la vivienda.
Las casas construidas por el Estado porteño tampoco ayudaron a aliviar el déficit. En 2013, el IVC terminó 438 viviendas sociales en la Boca. Según denunció Sur Capitalino, el ente público delegó en la Asociación Casa Amarilla la adjudicación. Quienes las recibieron fueron barrabravas de Boca y varios miembros de una misma familia.
Fuente: Infonews